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Sahumerios y arrebatos

Astracanadas y disparates, también judiciales.

España, un país donde todo es posible. No es un eslogan publicitario, es una afirmación que constata una realidad patética, y me refiero a que España es un país donde cualquier disparate y astracanada es posible, también a nivel judicial. He leído la noticia y ciertamente que no me cabe en la cabeza a pesar de habérmela estirado lo que he podido. Han condenado a un bombero que apagó un fuego estando fuera de servicio porque le pilló de paso, acudió, hizo lo que pudo con lo que tenía a mano y lo apagó. Cuando andaba en ello apareció un guardia que le pidió que se identificara y dejara lo que estaba haciendo, el hombre creo que dicen que le dijo que primero era la primero y no obedeció, ha sido condenado por desacato a la autoridad que ya es desacatar.

No entiendo de eximentes, minorantes, disculpantes ni similares en la cosa judicial, pero si entiendo un poco de sentido común y como siempre pasa en estas cosas hay veces que algunos jueces no se paran a mirar con los cristales del sentido común y pasa lo que pasa. Había un fuego en una vivienda, había gente dentro y en silla de ruedas, un bombero pasaba por allí, el bombero apaga el fuego con una manguera de jardín y lo condenan por desacato.  Con menos argumentos han descondenado a muchos.

Es para llorar, pero como hoy no toca llorar voy a contar lo más gracioso que me han contado sobre gracias judiciales. Una abogada me contó no hace mucho que en un juicio en el que ventilaba un asunto entre dos vecinas, el tal asunto era que el gato de una de ellas se zampó el canario de la otra, el ama del canario argumentó así ante el juez tras las excusas de la dueña del felino con las que intentaba exculparse:

-Señoría, aquí lo que importa es que mi canario tenía papeles y su gato no.

La señora, creo, se refería al pedigrí.

Documentación.

Público. Condenado por desacato a un bombero que apagó un incendio fuera de servicio

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