La roja lleva a la final a la roja desde la plaza roja.

La roja, alias la Cuatro, está logrando hazañas impensables hace tan solo unos meses, desde convertir la mismísima plaza de Colón de Madrid en la plaza roja de la roja, hasta conseguir que por el usufructo de dicha plaza pague la cuatro roja solo mil y pico euros al alcalde rojo de Madrid, cantidad que probablemente no da ni para la limpieza. Otra hazaña fantástica lograda por la Cuatro ha sido el haber podido desarrollar, probar y poner en funcionamiento un canal cuántico de trasmisión de impulsos ganadores desde la plaza roja madrileña a los estadios en que juega la roja futbolera. Los transmisores de información se han cansado diciendo en las retrasmisiones eso de que la roja balompédica estaba percibiendo los ánimos que les enviaban los rojos convocados por la roja en la plaza roja para animar a la roja.

No es moco de pavo el cosa ese del canal cuántico de trasmisión de impulso animadores remotos ya que si la roja del balón gana la Eurocopa ya se podrá decir que la España roja ha ganado la copa gracias a que la roja gozó de la ventaja de los efluvios cuánticos animosos rojos vehiculados cuánticamente por la cuatro roja que ha sabido organizar los aquelarres rojos estimuladores y ha sido capaz de llevar ese estímulo rojo al estadio y perfundirlo en la roja.

Entre las hazañas rojas otra que pondrá rojas de envidia a las demás cadenas, Sexta sobre todo, ha sido la de convertir en rojos a los ultras negros extremoderechistas facciosos crispadores del PP e incluirlos en la marea roja vía Rajoy y que desde la plaza roja ha conseguido de momento llevar a la semifinal a la selección roja y probablemente a la victoria final. Cuando la roja dice ¡Podemos! está diciendo que la cuatro roja puede hacer que la victoria final sea roja.

¡Loor y gloria a la roja!

NOTA: yo no quiero que gana le roja, yo deseo que gane la selección española de fútbol.