Como para ZP el barco no hace agua, no se achica.
Nuestro barco navega rumbo a la alegría utópica mientras se va hundiendo en la miseria haciendo aguas de desempleo, descontrol, inflación y crecimiento en punto muerto y disruptivas entre otras, en un mar de crisis enfurecida que bate los costados de la nave con olas de espanto. El capitán pasea por el castillo de proa de la Moncloa con una sonrisa bobalicona anunciando a la tripulación y al pasaje que las casi imperceptibles dificultades a las que se enfrenta el navío están a pique de solventarse y que dado que el barco no hace aguas quienes van de babor a estribor amedrentando al personal con lo de que las sentinas ya están inundadas serán colgados de las gavias por antipatriotas y que si ve a alguien achicando agua será castigado a recibir cien latigazos de desprestigio, deshonra y descrédito por su atrevimiento.
El problema aquí es que solo pueden abandonar el barco quienes tienen amarrado a él su yate de 40 metros, aunque tampoco parece necesario utilizar los botes de salvamento porque el pasaje está en su mayor parte anestesiado con las patochadas de siempre de las televisiones y los éxitos de la roja.
El capitán ZP no es que sea un inepto, ni un incompetente, ni un necio, ni un ignorante, solo es un político socialista de izquierdas anclado en el pasado de los dogmas progres revelados por la divinidad laica y se ha hecho atar al mástil de proa con el dogma progre número 4 que dice “Si la realidad no te gusta niégala y la realidad será lo que tu digas que es la realidad y quien diga lo contrario es un antipatriota ultraderechista crispador y faccioso” para no atender los cantos de las pérfidas sirenas, algunas de las cuales los días pares forman parte del coro ángelico laico en que gorgojea junto a Sonsoles.
El capitán ZP no es que sea una calamidad, ni un desastre, ni un negado, ni un sandio, ni un iletrado, solo es un político socialista de izquierdas anclado en el pasado que sigue predicando el uso de la mentira como arma política convencido de que sus mentiras nos harán libres.
El capitán no es un irresponsable porque es un político socialista de izquierdas preocupado por conseguir sus objetivos personales que son conservar el poder en la nave, y si esta se hunde tiene claro que pasará de gobernar un navío de superficie a mandar en un submarino aunque este solo sea un pecio de la historia varado en los fondos pero con alegría. Y aquí no pasa nada y como no pasa nada Zapatero no es responsable de nada y ¡vale ya.!.
0 comentarios