Cataluña es nación de singularidades y España nación de naciones de singularidades.
Hace un par de años y algo, La Vanguardia encargó a una mente brillante un argumentario que sirviese para defender y aclarar la validez del concepto de nación de naciones y dio a luz esto: “ Si en el mundo hay un Estado de estados (Alemania), un pueblo de pueblos (Europa), una tierra de tierras (Castilla), un país de países (Francia), una cultura de culturas (Occidente), una comunidad de comunidades (Reino Unido), ¿no puede haber una nación de naciones?”
No tengo noticia de que este brillante argumento sea el que vaya a utilizar el Tribunal Constitucional para admitir que Cataluña es una nación y que por tanto España pase a ser una nación de naciones. Hoy La Vanguardia lanza un artículo en primera titulado “El Constitucional avala que Catalunya sea nación”. Cuando por fín sea firme la nacionalización de la autonomía catalana habremos logrado lo impensanble, no que España sea una nación de naciones sino algo muy mucho más mejor tendremos un precioso galimatías ya que España pasa a ser una nación de naciones de singularidades, entidades territoriales singulares y realidades geográficas, culturales, históricas y linguisticas..
Y es que el estatuto catalán establece:
“ARTÍCULO 11. ARÁN
1.- El pueblo aranés ejerce el autogobierno mediante el presente Estatuto, el Conselh Generau de Aran y las demás instituciones propias.
2.- Los ciudadanos de Cataluña y sus instituciones políticas reconocen a Arán como una realidad occitana dotada de identidad cultural, histórica, geográfica y lingüística, defendida por los araneses a lo largo de los siglos. El presente Estatuto reconoce, ampara y respeta esta singularidad y reconoce Arán como entidad territorial singular dentro de Cataluña, la cual es objeto de una particular protección por medio de un régimen jurídico especial.”
Este hecho convierte a España en una nación de naciones pero como el estatuto convierte realmente a Cataluña en una nación de singularidades con más aditamentos en lo que se convierte España realmente es en un simple, mondo, lirondo, gracioso, risible, cachondo, fantastico y genial galimatías, en una nación de naciones de singularidades, entidades territoriales singulares y realidades geográficas, culturales, históricas y linguisticas.
Ya me dirán ustedes cuando nos veamos obligados a ser precisos en el hablar y ya no podamos decir nuestra nación a secas sino “ nuestra nación de naciones de singularidades, entidades territoriales singulares y realidades geográficas, culturales, históricas y lingüísticas”. Con todos mis respetos eso no es un nombre es una pasada.
El día que por fin se apruebe mi derecho a tener mi singularidad personal autónoma cantonal, la jerigonza será de órdago a la grande.
Hace ya un par de años, allá por el 11 de marzo del 2006 escribí un artículo en el intentaba poner mi granito de arena para justiricar el hecho de que no es tan extraña esta cosa de la nación de naciones de singularidades, entidades territoriales singulares y realidades geográficas, culturales, históricas y lingüísticas y decía que haber hay hasta religión de religiones, (Cristianismo), entidad de entidades (La Caixa compuesta por La Caixa y el PSC), libro de libros (la Biblia), Banco de bancos (BBVE, Bilbao, Vizcaya, Exterior), cadena de cadenas (la SER con Antena 3 Radio) y así hasta el infinito y más allá, o hasta que nos partamos de risa o de pavor.
FE DE ERRATAS Y ERRORES: siento tener que decir que he metido la pata en todo este rollo que he escrito ya que Cataluña no será simplemente una nación, sino según dicen los de La Vanguardia será una “nación sin efectos jurídicos” con lo que España realmente pasa a ser “una nación de naciones sin efectos jurídicos de singularidades, entidades territoriales singulares y realidades geográficas, culturales, históricas y lingüísticas”. Menudo castigo para los niños que tengan no solo que memorizar eso sino encima entenderlo.
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