Réquiem por un Tomate.
Telecinco, presionada por vaya usted a saber quien, ha cometido uno de los magnicidios culturales mas grandes de la democracia. Han hecho volar al Tomate y eso es difícilmente perdonable. Un mundo sin mierda no es mundo, es el cielo, y no estamos en el cielo, por tanto la mierda es una señal de identificación de nuestra sociedad y el Tomate nos recordaba cada tarde que la mierda es el abono de nuestra sociedad. Esta sociedad enferma, medio muerta, no ha llegado a la fase de rigor mortis gracias al Tomate que la ha mantenido ilusionada, pendiente de la actualidad, con suficientes temas fecales de conversación como para no tener que hablar de las vías de agua que están anegando este barco que de momento todavía se llama España.
Siempre he mantenido y mantengo mi convicción de que la única esperanza que nos quedaba para que España no caiga por el abismo al que nos conduce Zapatero y sus querencias con separatistas sin amosal y separatistas con amosal era que el Tomate incluyese en sus guiones el tema y lo siguiese con esa técnica tan insidiosamente machacona, burda, vulgar y rediculizante que ha venido utilizando con Pantojas y Muñoces. Ahora con la voladura del Tomate Telecinco ha volado nuestra última esperanza.
¿Se imaginan al Tomate trasteando a su modo a Zapatero?, pues imaginen al Tomate analizando con la profundidad superficial propia de él la figura y la biografía de Polanco, que en la gloria laica esté. Imaginen por un momento una serie de 234 programas tratando el tema Polanco con igual énfasis que ponían con otros finados y finadas, como Encarna Sánchez.
Lo dicho, sin el Tomate ya no hay esperanza y sin esperanza ya solo podemos agarrarnos al cuello de la botella de cerveza y a la cola de la gamba.
Gloria al Tomate que supo hacer de la mierda arte televisivo. Gloria al Tomate que de la banalidad supo crear conciencia ciudadana basura. Gloria al Tomate, en fin, por enseñarme a no ver nunca más un maricón en pantalla sino a un homosexual habilidoso, inteligente y con un arte dicharachero de una sutileza apabullante capaz de hacer de un grano en el culo de una que se acostó dos veces con uno que hizo el amor con una que salía en Gran Hermano un tema de trascendencia galáctica seguido por millones de seres inquietos por conocer el destino de tan mayestático absceso cutáneo.
EPITAFIO.
Yace yerto aquí un Tomate
matado por mano amiga
con él murió el acicate
para nuestra insulsa vida.
Requiescat in pace per saecula saeculorum.
Siempre he mantenido y mantengo mi convicción de que la única esperanza que nos quedaba para que España no caiga por el abismo al que nos conduce Zapatero y sus querencias con separatistas sin amosal y separatistas con amosal era que el Tomate incluyese en sus guiones el tema y lo siguiese con esa técnica tan insidiosamente machacona, burda, vulgar y rediculizante que ha venido utilizando con Pantojas y Muñoces. Ahora con la voladura del Tomate Telecinco ha volado nuestra última esperanza.
¿Se imaginan al Tomate trasteando a su modo a Zapatero?, pues imaginen al Tomate analizando con la profundidad superficial propia de él la figura y la biografía de Polanco, que en la gloria laica esté. Imaginen por un momento una serie de 234 programas tratando el tema Polanco con igual énfasis que ponían con otros finados y finadas, como Encarna Sánchez.
Lo dicho, sin el Tomate ya no hay esperanza y sin esperanza ya solo podemos agarrarnos al cuello de la botella de cerveza y a la cola de la gamba.
Gloria al Tomate que supo hacer de la mierda arte televisivo. Gloria al Tomate que de la banalidad supo crear conciencia ciudadana basura. Gloria al Tomate, en fin, por enseñarme a no ver nunca más un maricón en pantalla sino a un homosexual habilidoso, inteligente y con un arte dicharachero de una sutileza apabullante capaz de hacer de un grano en el culo de una que se acostó dos veces con uno que hizo el amor con una que salía en Gran Hermano un tema de trascendencia galáctica seguido por millones de seres inquietos por conocer el destino de tan mayestático absceso cutáneo.
EPITAFIO.
Yace yerto aquí un Tomate
matado por mano amiga
con él murió el acicate
para nuestra insulsa vida.
Requiescat in pace per saecula saeculorum.
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