Cebrián decreta la persecución de la Iglesia, llega la hora del palo.
Sacarle los colores a la progresia nacional sacando mas de un millón de personas a la calle pisoteando de paso el dogma progre número 134, el que dice que toda manifa que no sea progre es per se antidemocrática, pues bien hacer semejante cosa no van a permitir los rojos progres solidarios multiculturales que quede así. Cada vez que la Iglesia le tose al zapaterismo sale la tropa roja con el te vas a enterar, te vamos a quitar desde la subvención estatal, al concordato y a la enseñanza, los tejados de las iglesias se van a quedar con sus goteras. Son así de demócratas.
Cuando ya la flor y nata de la progresía ha anatematizado a la Iglesia por su osadía callejera, desde Blanco a Llamazares pasando por Felipe González y el mismísimo Zapatero ya solo quedaba oír al gran guardián ideológico de la progresia nacional, el cardenal rojo laico progre Cebrián y hoy ha hablado estableciendo la línea a seguir contra la Iglesia en un artículo de opinión que publica en su periódico El País.
Su decreto de persecución lo ha bautizado Cebrián como “El honor de dios”. ¿Captan la mala leche del titular que mana por varios caños?, eso de poner dios en minúsculas tiene su miga, pero no seré yo quien escriba cuatro párrafos para analizar que lo que dice Cebrián con ese título es que la laicidad que predica pasa por dejar a Dios en minúsculas para fastidiar a los obispos y dejarles claro a los prelados que su poder, el de Cebrian, le permite hasta apearle el tratamiento al mismísimo Dios.
Es todo un castigo divino el leer la cosa que ha parido Cebrián, así que les recomiendo, salvo que quieran penitenciarse, que lean solo el final de su último párrafo, en el que marca el rumbo a seguir, establece el cómo actuar a partir de ahora contra la Iglesia, lean y tiemblen, porque este tipo sabe que sus dictados serán seguidos al pie de la letra.
“A este respecto recordaba yo, en un reciente artículo para el semanario Expresso de Lisboa, el refrán de que en España siempre hay que ir detrás de los curas o con un palo o con una vela. Viene al pelo para coronar este artículo. Aunque, a fin de escapar de tan horrible dilema, los Gobiernos democráticos han preferido mostrar a los clérigos la zanahoria. Parece que el experimento no funciona.”
Vean con qué sibilino estilo Cebrián decreta, cual nuevo Domiciano la persecución de la Iglesia dando palo a toda sotana que se vea por la calle. Con su frase final “Parece que el experimento no funciona” decreta el fin de la era de la zanahoria para la Iglesia, llega la era del palo, que se preparen que estos tíos progres son crueles como ellos solo saben serlo y manejan sus arsenales con suma eficacia. Llega la hora de las cajas de resistencia. Igual hasta consiguen que deje de ser ateo.
El decreto de persecución contra los católicos firmado hoy por Cebrián resume a la perfección cómo son, han sido y serán estos progres solidarios, si te portas bien con ellos tendrás zanahoria, pero si te portas mal palo que te crió. La era del palo ha comenzado oficialmente, aunque soy inválido absoluto, si hay que preparar catacumbas que cuenten conmigo para lo que yo pueda hacer.
Cuando ya la flor y nata de la progresía ha anatematizado a la Iglesia por su osadía callejera, desde Blanco a Llamazares pasando por Felipe González y el mismísimo Zapatero ya solo quedaba oír al gran guardián ideológico de la progresia nacional, el cardenal rojo laico progre Cebrián y hoy ha hablado estableciendo la línea a seguir contra la Iglesia en un artículo de opinión que publica en su periódico El País.
Su decreto de persecución lo ha bautizado Cebrián como “El honor de dios”. ¿Captan la mala leche del titular que mana por varios caños?, eso de poner dios en minúsculas tiene su miga, pero no seré yo quien escriba cuatro párrafos para analizar que lo que dice Cebrián con ese título es que la laicidad que predica pasa por dejar a Dios en minúsculas para fastidiar a los obispos y dejarles claro a los prelados que su poder, el de Cebrian, le permite hasta apearle el tratamiento al mismísimo Dios.
Es todo un castigo divino el leer la cosa que ha parido Cebrián, así que les recomiendo, salvo que quieran penitenciarse, que lean solo el final de su último párrafo, en el que marca el rumbo a seguir, establece el cómo actuar a partir de ahora contra la Iglesia, lean y tiemblen, porque este tipo sabe que sus dictados serán seguidos al pie de la letra.
“A este respecto recordaba yo, en un reciente artículo para el semanario Expresso de Lisboa, el refrán de que en España siempre hay que ir detrás de los curas o con un palo o con una vela. Viene al pelo para coronar este artículo. Aunque, a fin de escapar de tan horrible dilema, los Gobiernos democráticos han preferido mostrar a los clérigos la zanahoria. Parece que el experimento no funciona.”
Vean con qué sibilino estilo Cebrián decreta, cual nuevo Domiciano la persecución de la Iglesia dando palo a toda sotana que se vea por la calle. Con su frase final “Parece que el experimento no funciona” decreta el fin de la era de la zanahoria para la Iglesia, llega la era del palo, que se preparen que estos tíos progres son crueles como ellos solo saben serlo y manejan sus arsenales con suma eficacia. Llega la hora de las cajas de resistencia. Igual hasta consiguen que deje de ser ateo.
El decreto de persecución contra los católicos firmado hoy por Cebrián resume a la perfección cómo son, han sido y serán estos progres solidarios, si te portas bien con ellos tendrás zanahoria, pero si te portas mal palo que te crió. La era del palo ha comenzado oficialmente, aunque soy inválido absoluto, si hay que preparar catacumbas que cuenten conmigo para lo que yo pueda hacer.
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