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Sahumerios y arrebatos

El uso indebido de Internet, un gran lastre para la economía.

Hoy publica un curioso artículo El País sobre el uso que le dan los trabajadores a Internet descubriéndonos que un tercio de los españoles prefiere conectarse a Internet desde la oficina en lugar de hacerlo desde su domicilio. Lo curioso del artículo, que comenta un estudio de la consultora Nielsen/Net Ratings es que ni se para a considerar las pérdidas que dicho hecho supone para las empresas.

Los norteamericanos, que para esto suelen ser mucho más críticos con sus realidades, han llegado a estimar el costo que les supone a su economía la pérdida de trabajo anual por el uso que dan los empleados a Internet para sus asuntos personales, vicios incluidos.

El costo que le supone a la economía norteamericana el entretenimiento personal de sus empleados en Internet ha sido calculado por el profesor de la Universidad de Hofstra Matthew C. Sonfield en 178.000 millones de dólares cada año. ¿Alguien sabe cuanto le cuesta a la economía española?

El hecho de que un tercio de los empleados españoles prefieran conectarse a Internet desde su trabajo es ya muy significativo. Se dedican a revisar y responder su correo personal, leer la prensa digital, buscar información para sus propios fines personales, organizar vacaciones, hacer compras por la red, chatear,  Lo grave del problema es la escasa o nula concienciación de los responsables en este problema y tal vez la culpa sea de los antecedentes. Nadie ha calculado cuanto le ha costado a la humanidad el anodino juego del solitario que desde sus inicios ha venido incorporado a Windows ya desde su versión 3.11 por no tirar más atrás.

Que la informática es vital para las empresas es algo fuera de toda duda, pero que la informática introduce un alto grado de papanatismo tecnológico es algo de lo que estoy personalmente convencido.  El convertirla en signo de modernidad, en signo de estatus lleva a pérdidas millonarias ya que no estaría bien visto por ejemplo el anular el acceso a Internet a todos aquellos empleados de una empresa que realmente no necesitan para nada o para casi nada ese acceso.

Si uno se para a analizar el tema puede llegar a la conclusión de que en una empresa de cierto volumen el acceso a Internet es imprescindible para muy pocos de sus empleados,  y hablo del acceso a páginas web sin restricción y otro tipo de prestaciones y servicios de la red. Pero para los empleados es un signo más de estatus dicho acceso y para evitar conflictos pues se pone acceso masivo. Es algo parecido a lo que ha ocurrido con las pantallas planas para los ordenadores, cuando comenzó su implantación se convirtió en signo de estatus en la empresa, el que la tenia plana era más que el que tenia el clásico monitor de toda la vida, así que a cambiar monitores por toda la empresa porque la plana era todo un signo de modernidad. Pocos se paraban a pensar que esa inversión no incrementaba en nada la productividad ni mejoraba la calidad del trabajo, por no decir que al principio las pantallas planas se veían muchísimo peor que los monitores de tubo. Todo sea por la modernidad.

Termino con otro ejemplo que me lleva de cabeza. Nadie ha calculado cuantos miles de millones de euros le ha costado y le costará a la humanidad el ratón de ordenador por su uso en las aplicaciones de gestión transaccionales típicas de toda la vida. ¿Recuerdan ustedes cuanto tardaba un cajero de un banco en hacer una transacción con los antiquísimos sistemas carentes de ratón y cuanto tarda ahora en hacer la misma cosa?. Todo sea por la modernidad.

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