La trinidad del terror

14-12-05
La trinidad del terror.
 
NOTICIA: Un grupo de unos 20 veinte radicales independentistas han reventado el acto de presentación del "Manifiesto por un nuevo partido político" de la plataforma Ciudadanos de Cataluña en Gerona

La organización había recibido un aviso de los Mossos d’Esquadra de que podrían producirse incidentes. Efectivamente, cuando a las 19.30 tenía que comenzar el acto en el Hotel Sol Meliá de Gerona,  unos veinte jóvenes miembros de un grupo independentista de extrema izquierda y antisistema denominado maulets irrumpieron en la sala insultado y entonando el himno de "Els Segadors" impidiendo la lectura del manifiesto de Ciudadanos de Cataluña. Según ha denunciado la organización, los Mossos permanecieron impasibles y dejaron actuar a los reventadores hasta el final. Es más, según informa EFE, el jefe del dispositivo policial montado por la policía autonómica, acordó con los jóvenes que éstos se retirarían de la sala tras entonar "Els Segadors", como hicieron finalmente.

COMENTARIO: El hecho de que existan reventadores profesionales es asumible, en todas partes hay de todo. El hecho de que la policía anuncie a unos ciudadanos honestos que unos reventadores van a intentar impedir un acto que ellos han convocado es algo digno de alabar, meritorio, y que nos debe enorgullecer, porque cualquier persona automáticamente piensa que esa policía que sabe que en tal sitio a tal hora se va a cometer un delito contra las personas, hará uso del poder que la ley ha puesto en sus manos para tales casos e irán allí a impedir que el delito se cometa.

Esto pasaría  en cualquier nación. Pero no pasa aquí. Aquí la policía se aposta en el lugar del evento, y cuando llegan los delincuentes y entran en el local, la policía permanece impasible y les deja actuar.

Cataluña no tiene arreglo con una policía que protege al delincuente y no solo no lo detiene cuando delinque ante sus ojos sino que vela diligentemente para que puede ejercer su actividad delictiva sin cortapisas.

Pero lo malo no es eso todo, lo perverso, terrible y que ya convierte a Cataluña en una dictadura de facto es el hecho de que la policía no actúa por si misma de ese modo, sino que recibe instrucciones de sus superiores políticos, y estos son las izquierdas tripartitas, la trinidad del terror.

Es cierto el dicho de que una golondrina no hace verano, pero lo espantoso de este caso es que no es la primera golondrina, este comportamiento es habitual en Cataluña con cualquier manifestación política del tipo que sea que vaya contra los dicterios del nacionalismo actualmente comandado por La trinidad del terror.

Policía lingüística que persigue, previa denuncia anónima,  a la gente que habla y pone carteles en castellano, policía que colabora en reventar reuniones de no nacionalistas, amenazas a quien hable en castellano en los colegios tarraconenses, sea en el patio o con los padres, en clase hace tiempo no se habla, actividades de todo tipo tendentes a tapar las antenas de la única radio que no comulga nacionalista, y el miedo a alzar la voz..

Lo más amargo de esta demencia es que sabemos que va a venir después. Se empieza pisoteando las libertades, se sigue pisoteando cuellos, después las limpiezas étnico lingüísticas y se acaba como malamente escribí hace unos años en el poema Vecinos que aquí pongo.

Hablarán del Prestige, hablarán de la Guerra de Irak a la que no fuimos, y la culpa de todo siempre será de quienes no se dejan avasallar. El lobo carnicero siempre se queja amargamente de que los borregos protesten de sus vesanias en lugar de callar, agachar la cabeza y seguir el camino que ellos marquen.

Vecinos.
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Para un amigo al que no conozco Eldrwin Ayasnaya.
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Nacieron el mismo día
vecinos del mismo pueblo
una pareja de niños
con un futuro risueño.
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Patearon los mismos patios
jugaron en el mismo equipo
sentados en un mismo pupitre
se educaron y crecieron.
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Persiguieron a las mismas chicas
fueron a los mismos bailes
hicieron la mili juntos
y vivieron en el mismo rellano.
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Nunca sabremos si fueron amigos
solo sabemos lo que eran:
serbio decíase el  "uno"
y bosnio el "otro" se decía.
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Se desata el torbellino carnicero
se inicia la barbarie del cuchillo
se despedaza su tierra en dos mundos
y se decide que la sangre será
la nueva moneda de intercambio.
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El pueblo de ambos, hoy de uno,
solo a los serbios pertenece,
el bosnio no tardó en ser cazado
por lobos atroces y vecinos
que forman su rebaño de "corderos".
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El rebaño desfila mansamente
hacia un bosque lejano y en penumbra,
los bosnios caminan cabizbajos,
mientras los lobos hablan de fútbol.
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Con veinte palas y sus manos
les hacen abrir una fosa
¡que cansada es esta tierra húmeda¡
piensa el bosnio sudando en su tumba.
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Ya se ha iniciado el degüello,
doscientos son pasados a cuchillo,
¡la sangre! ¡cuanta sangre¡
forma pequeños arroyos
que llegan al borde de la fosa
formando incontables cascadas
que chorrean sobre los recién degollados.
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Le ha llegado el turno al bosnio,
su vecino apático y soñoliento,
esta sentado bajo un árbol,
los lobos le llaman a gritos
el acude con indiferencia:
"Vale, ya se que me toca".
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Se coloca tras su vecino
con el cuchillo afilado en la mano
le sujeta la cabeza por la frente
y de un experto y certero tajo
le cercena la yugular y la vida.
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Caído a tierra y consciente,
manándole sangre a borbotones,
ve que su vecino, aburrido,
apático, bostezando y somnoliento,
con la mano cegada en su sangre,
enciende un cigarrillo,
y con desgana le empuja con el pie 
al fondo ya repleto de  la fosa.
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Si alguien piensa que aquel serbio,
se preguntó durante  la masacre
porqué era necesario hacer aquello,
es que no conoce al lobo humano.
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         (Orel, 24 de octubre de 1998)