MONÓLOGOS : DE SANCHO EN LA MADRUGADA (I)
Email: pacovicentegil-arroba-terra.es
MONÓLOGOS :
DE SANCHO EN LA MADRUGADA (I)
(Madrugada del lunes 21 de marzo 2005)
Dedicados a la fermosa sin par
Y dulce Mari de Cartagena, dama de mis sueños.Sancho.
-Soy Sancho Panza, y aún a pesar de los avatares de la vida y de la historia, de los encantamientos de encantadoras o doloridas brujas/os, micomiconas o melisendras , de las pendencias, dares y tomares con caballeros de lanza y espada, con gigantes, endriagos y vestiglos; incluso, y por qué no decirlo, aún a pesar de andar harto de oír los silbos, rugidos, bramidos y baladros con que la historia rellenó las noches y madrugadas de mis días en estos últimos siglos, y aún a pesar sobre todo del fantasma de mi señor D. Quijotes que aún hoy me sigue persiguiendo como sombra de muerto; hoy aquí, he querido salir del armario de mi propia historia y entregarme, yo mismo, en directo, en la madrugada de la radio, a mi público al que sé que tanto debo, me debe y quiero-.
-...No creáis que aquí y ahora se me olvidan las palabras que dejó escritas mi traductor y creador Cide Hamete, alias de D. Miguel, cuando al finalizar su magna obra la ordenó sellar con la pesada losa sepulcral del eterno descanso de los cansados y ya podridos huesos de D. Quijote, dejándole caer los pesados legajos del protocolo notarial del escribano de la aldea que, a petición del cura dio por testimonio cómo, Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente D. Quijote de la Mancha, había pasado de esta presente vida y muerto naturalmente. Todo ello, a fin de quitar la ocasión de que algún otro autor distinto de Benengeli, le resucitase falsamente e hiciese así inacabables e infinitas las historias de sus hazañas.
-Sepan también vuesas mercedes que si mi traductor Cide Hamete Benengeli, alias mi señor D. Miguel, ahora me oyera, dudara y quizás hasta me tomara por apócrifo; pues este estilo y esta presencia no serían, a su entender, del corto ingenio del Sancho que Cide había conocido y traducido de mi señor D. Miguel; y que las sutilezas que quizás vuesas mercedes capten, aún a pesar de la hora, se les puedan vuesas mercedes mismas y él imaginar debidas más a encantamientos propios de mi señor D. Quijote, que a expresiones de un pobre y centenario exescudero de loco hidalgo manchego .
-...Pero puestos en este trance, me permitirán v.m. que aunque mi señor creador, le dejara dicho y encomendado a mi traductor Cide y a su inmortal pluma ya colgada que: solo para D. Quijote nació, y él para ella , nunca, que se sepa, dejó escrito o dispuesto nada en contra de que otra pluma, la mía, quizás de avestruz, mojada esta madrugada en la tinta invisible del éter radiofónico, pudiera narrar mis propias postmodernas aventuras ahora ya como exescudero Sancho Panza y señor presidente-administrador, que no gobernador, de su propia Comunidad de Insulas Nadabaratarias; Ínsulas que mi señor D. Quijote, nunca pudo darme ni en vida, ni tampoco a su muerte, aún a pesar de intentarlo locamente; pues en la cordura de sus locuras, mi señor D. Quijote nunca creyó en ínsula alguna, antes al contrario y ya en su lecho de muerte, sólo me legó lo que quedó tras restar lo que me debía, que fue más bien poco que nada. -
-Ahora y con el paso de los secula no me siento a disgusto, pues mi señor creador D. Miguel y el genio de la pluma de su traductor Cide, me dejaron en herencia algo mucho más valioso: la inmortalidad. Sí amigos, la inmortalidad per in saecula saeculorum,... in aeternum; puesto que ni D. Miguel, ni Cide, ni morisco alguno dispusieron nunca de mi vida con mi muerte. Así que, tanto mi inmortalidad como lo poco de herencia que mi señor D. Quijote me dejó, puse a buen recaudo e interés, siguiendo los sabios consejos de entonces de Teresa Panza mi señora: Sancho, antes muertos que abdicar de sencillos.
Y como ningún malandrín, dama o caballero, encantador/a, bruja/o o pendencia me han llevado por delante estos últimos siglos, pues eso,... aquí estoy, ahora,... cuatrocientos años después de que mi señor y Cide me dieran a conocer. Y es justo que ahora, en este trance, que quiera yo a viva voz contar a v.m. , por incapaz de escribírselo, cómo de pobre y sencillo labrador de secano en la Mancha, pasé más recientemente con el paso del tiempo y los trasvases al regadío en el Levante; sí, allá donde fue siempre huertano a la par que reseco nuestro sureste hispano; y cómo de ahí, tiempo después salté a construir, por fin, grúa a grúa, cazo a cazo, grin a grin, jol a jol, ladrillo a ladrillo mis propias ínsulas de regadío, ciertamente amparado en los planes estratégicos aprobados por los sucesivos gobiernos levantinos como fomento a la construcción de turísticas insulas-resorts para los jubilados teutones del norte y de las que, por mi mayor edad, y en democracia, me precio en ser presidente perpetuo vitalicio dentro de la Corporación Inmobiliaria de Nadabaratarias Insulas-Resorts con grin y Agujero en el Reseco Levante Hispano -
-En verdad que si mi señor D. Quijote levantara ahora la cabeza, sin duda creo no me reconocería, pues en su cordura nunca creyó en la verdad de su locura, que fue mi ilusión de todos los días. Pero yo, Sancho, en mi eterna cordura y buen negocio, con tesón y paciencia, conseguí al fin hacer realidad y verdad de su locura y voy viendo, veo ya la nacencia de mis ínsulas. Cierto que ahora tras siglos, he podido ver cuanta razón tuvo entonces Teresa Panza, mi ex , cuando con motivo de mi última y postrera salida, la tercera, con mi señor D. Quijote, sentenciara: Vive la gallina Sancho, aunque sea con su pepita: vivid vos y llévese el diablo cuantos gobiernos de ínsulas haya en el mundo; sin gobierno salisteis del vientre de vuestra madre, sin gobierno habéis vivido hasta ahora y sin gobierno os iréis, .. .
-Sí, Tardé tiempo en caerme del rucio y entenderlo, pero al final comprendí. Fue por los años de la Pepa y siguientes pepitas: 1812, 1869, 1873, 1931 y 1978, que aprendí algunas letras y las cuatro reglas y con lo ahorrado y la influencia de su tío, mandé a Sanchico a servir a la corte de Madrid con nuestro Señores Reyes y Presidentes de Repúblicas y casé a Sanchica con Juan Tocho, sí ése, el hijo de mi vecino al que de pequeño limpiábamos los mocos y que al final terminó metiéndose en casa él y sus eternas ideas de reforma agraria, también. Ahora con mi ex Teresa en la Mancha, Sanchico en Madrid y Sanchica, mi yerno Tocho y yo mismo aquí en el Levante, formamos el Consejo de Administración de nuestra Sociedad de Ínsulas Risort con Green y Agujero-PYME familiar. Y no nos va mal, gracias también a la ayuda inestimable de los servicios de Asesoría de Sansonite-Universal-Management, que regenta el hijo del bachiller Sansón Carrasco asociado con el hijo ilegítimo del cura de la aldea, y que entrambos trajinan hace solo unas décadas como franquiciados del International Consulting-Management, sistema del G - OPUS (Global - Opening Universal Sistem), y que ha permitido a nuestra pequeña PYME mantener unas excelentes relaciones tanto con Hacienda como con la Iglesia y Europa.
-¡ ¡ Al fin llegamos, esto es como la gloria misma; reconozco en verdad estar tan encantado como mi Señor!!
FIN. Email: pacovicentegil-arroba-terra.es
MONÓLOGOS :
DE SANCHO EN LA MADRUGADA (I)
(Madrugada del lunes 21 de marzo 2005)
Dedicados a la fermosa sin par
Y dulce Mari de Cartagena, dama de mis sueños.Sancho.
-Soy Sancho Panza, y aún a pesar de los avatares de la vida y de la historia, de los encantamientos de encantadoras o doloridas brujas/os, micomiconas o melisendras , de las pendencias, dares y tomares con caballeros de lanza y espada, con gigantes, endriagos y vestiglos; incluso, y por qué no decirlo, aún a pesar de andar harto de oír los silbos, rugidos, bramidos y baladros con que la historia rellenó las noches y madrugadas de mis días en estos últimos siglos, y aún a pesar sobre todo del fantasma de mi señor D. Quijotes que aún hoy me sigue persiguiendo como sombra de muerto; hoy aquí, he querido salir del armario de mi propia historia y entregarme, yo mismo, en directo, en la madrugada de la radio, a mi público al que sé que tanto debo, me debe y quiero-.
-...No creáis que aquí y ahora se me olvidan las palabras que dejó escritas mi traductor y creador Cide Hamete, alias de D. Miguel, cuando al finalizar su magna obra la ordenó sellar con la pesada losa sepulcral del eterno descanso de los cansados y ya podridos huesos de D. Quijote, dejándole caer los pesados legajos del protocolo notarial del escribano de la aldea que, a petición del cura dio por testimonio cómo, Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente D. Quijote de la Mancha, había pasado de esta presente vida y muerto naturalmente. Todo ello, a fin de quitar la ocasión de que algún otro autor distinto de Benengeli, le resucitase falsamente e hiciese así inacabables e infinitas las historias de sus hazañas.
-Sepan también vuesas mercedes que si mi traductor Cide Hamete Benengeli, alias mi señor D. Miguel, ahora me oyera, dudara y quizás hasta me tomara por apócrifo; pues este estilo y esta presencia no serían, a su entender, del corto ingenio del Sancho que Cide había conocido y traducido de mi señor D. Miguel; y que las sutilezas que quizás vuesas mercedes capten, aún a pesar de la hora, se les puedan vuesas mercedes mismas y él imaginar debidas más a encantamientos propios de mi señor D. Quijote, que a expresiones de un pobre y centenario exescudero de loco hidalgo manchego .
-...Pero puestos en este trance, me permitirán v.m. que aunque mi señor creador, le dejara dicho y encomendado a mi traductor Cide y a su inmortal pluma ya colgada que: solo para D. Quijote nació, y él para ella , nunca, que se sepa, dejó escrito o dispuesto nada en contra de que otra pluma, la mía, quizás de avestruz, mojada esta madrugada en la tinta invisible del éter radiofónico, pudiera narrar mis propias postmodernas aventuras ahora ya como exescudero Sancho Panza y señor presidente-administrador, que no gobernador, de su propia Comunidad de Insulas Nadabaratarias; Ínsulas que mi señor D. Quijote, nunca pudo darme ni en vida, ni tampoco a su muerte, aún a pesar de intentarlo locamente; pues en la cordura de sus locuras, mi señor D. Quijote nunca creyó en ínsula alguna, antes al contrario y ya en su lecho de muerte, sólo me legó lo que quedó tras restar lo que me debía, que fue más bien poco que nada. -
-Ahora y con el paso de los secula no me siento a disgusto, pues mi señor creador D. Miguel y el genio de la pluma de su traductor Cide, me dejaron en herencia algo mucho más valioso: la inmortalidad. Sí amigos, la inmortalidad per in saecula saeculorum,... in aeternum; puesto que ni D. Miguel, ni Cide, ni morisco alguno dispusieron nunca de mi vida con mi muerte. Así que, tanto mi inmortalidad como lo poco de herencia que mi señor D. Quijote me dejó, puse a buen recaudo e interés, siguiendo los sabios consejos de entonces de Teresa Panza mi señora: Sancho, antes muertos que abdicar de sencillos.
Y como ningún malandrín, dama o caballero, encantador/a, bruja/o o pendencia me han llevado por delante estos últimos siglos, pues eso,... aquí estoy, ahora,... cuatrocientos años después de que mi señor y Cide me dieran a conocer. Y es justo que ahora, en este trance, que quiera yo a viva voz contar a v.m. , por incapaz de escribírselo, cómo de pobre y sencillo labrador de secano en la Mancha, pasé más recientemente con el paso del tiempo y los trasvases al regadío en el Levante; sí, allá donde fue siempre huertano a la par que reseco nuestro sureste hispano; y cómo de ahí, tiempo después salté a construir, por fin, grúa a grúa, cazo a cazo, grin a grin, jol a jol, ladrillo a ladrillo mis propias ínsulas de regadío, ciertamente amparado en los planes estratégicos aprobados por los sucesivos gobiernos levantinos como fomento a la construcción de turísticas insulas-resorts para los jubilados teutones del norte y de las que, por mi mayor edad, y en democracia, me precio en ser presidente perpetuo vitalicio dentro de la Corporación Inmobiliaria de Nadabaratarias Insulas-Resorts con grin y Agujero en el Reseco Levante Hispano -
-En verdad que si mi señor D. Quijote levantara ahora la cabeza, sin duda creo no me reconocería, pues en su cordura nunca creyó en la verdad de su locura, que fue mi ilusión de todos los días. Pero yo, Sancho, en mi eterna cordura y buen negocio, con tesón y paciencia, conseguí al fin hacer realidad y verdad de su locura y voy viendo, veo ya la nacencia de mis ínsulas. Cierto que ahora tras siglos, he podido ver cuanta razón tuvo entonces Teresa Panza, mi ex , cuando con motivo de mi última y postrera salida, la tercera, con mi señor D. Quijote, sentenciara: Vive la gallina Sancho, aunque sea con su pepita: vivid vos y llévese el diablo cuantos gobiernos de ínsulas haya en el mundo; sin gobierno salisteis del vientre de vuestra madre, sin gobierno habéis vivido hasta ahora y sin gobierno os iréis, .. .
-Sí, Tardé tiempo en caerme del rucio y entenderlo, pero al final comprendí. Fue por los años de la Pepa y siguientes pepitas: 1812, 1869, 1873, 1931 y 1978, que aprendí algunas letras y las cuatro reglas y con lo ahorrado y la influencia de su tío, mandé a Sanchico a servir a la corte de Madrid con nuestro Señores Reyes y Presidentes de Repúblicas y casé a Sanchica con Juan Tocho, sí ése, el hijo de mi vecino al que de pequeño limpiábamos los mocos y que al final terminó metiéndose en casa él y sus eternas ideas de reforma agraria, también. Ahora con mi ex Teresa en la Mancha, Sanchico en Madrid y Sanchica, mi yerno Tocho y yo mismo aquí en el Levante, formamos el Consejo de Administración de nuestra Sociedad de Ínsulas Risort con Green y Agujero-PYME familiar. Y no nos va mal, gracias también a la ayuda inestimable de los servicios de Asesoría de Sansonite-Universal-Management, que regenta el hijo del bachiller Sansón Carrasco asociado con el hijo ilegítimo del cura de la aldea, y que entrambos trajinan hace solo unas décadas como franquiciados del International Consulting-Management, sistema del G - OPUS (Global - Opening Universal Sistem), y que ha permitido a nuestra pequeña PYME mantener unas excelentes relaciones tanto con Hacienda como con la Iglesia y Europa.
-¡ ¡ Al fin llegamos, esto es como la gloria misma; reconozco en verdad estar tan encantado como mi Señor!!
FIN. Email: pacovicentegil-arroba-terra.es
0 comentarios