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Sahumerios y arrebatos

Por fin protesta Garzón por una filtración.

Yo no creo en eso de que la vida pone a cada uno en su sitio y menos en lo de que quien a hierro mata a hierro muere, y aun menos en que a cada cerdo le llega su San Martín. Me gusta algo más lo del quid pro quo, lo de probar uno su propia medicina y el donde las dan las toman. Todo esto viene a cuento porque leo algo insólito, que Garzón va a poner una demanda para aclarar una filtración a la prensa de cosas de un sumario, ya iba siendo hora, hombre.

Leo la cosa en El Confidencial, y el monumental cabreo de Garzón se debe a que se ha publicado un informe de la Guardia Civil en el que se dice que pocas semanas después de aterrizar en los USA el gran juez que siempre ve amanecer por las mañanas con ocho sumarios en el regazo, su señora esposa ingresó en una de sus cuentas la bonita cantidad de trescientos mil euros y pico.

El juez Garzón, ese hombre en cuyo juzgado de instrucción se han producido cientos de filtraciones de papeles que él controlaba al diario El País, siempre al mismo diario, y que nunca ha montado en cólera por ello ni ha movido un dedo para averiguar el origen de las filtraciones, ahora se nos pone macanudo al respecto.

Durante años, muchos años, a lo largo de muchos sumarios, El País disponía de absolutamente toda la información de los sumarios secretos que manejaba el juez Garzón. No digo que el juez Garzón filtrase personalmente esos documentos, aunque la situación era mosqueante. Lo que sí digo es que Garzón es responsable último de esas filtraciones, como poco por omisión y como mucho por dejadez lesiva de muchos intereses.

Por tanto, me alegro sobremanera, me doy con un canto en los dientes y disfruto como un marrano en un charco de barro viendo como se cabrea el gran juez por algo que él conoce, que ha vivido y protagonizado tantas veces, así que señor juez, ahora a bailar con la más fea y como dicen en mi pueblo a joerse.

Y en vez de dar grititos debería explicarnos de donde salieron esos trescientos mil euros.

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