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Sahumerios y arrebatos

ZP acaba con el síndrome postvacacional.

En este país el verano se termina no cuando acaba sino cuando empiezan a aparecer en los medios  las cíclicas noticias del coñazo postvacacional al que algunos califican de síndrome. No obstante este año es distinto porque ha ocurrido algo inimaginable, Zapatero, el hombre que todo lo puede si se pone a ello con esfuerzo, ha conseguido acabar con el dichoso síndrome postvacacional, su taumaturgia es cada día más poderosa.

Reconozco que la noticia me ha impactado estupefactándome en mi globalidad anonadada. Este hombre, valido del viento, es capaz de las más grandes hazañas, puede lograr algo que jamás nadie había conseguido, él solito ha acabado con una tradición hecha síndrome y lo ha conseguido empleando una estrategia brillante, deslumbradora y propia de un genio como él.

Dicen los que saben del intríngulis del asunto, que más de la mitad de los españoles que volvían al trabajo otros años tras las vacaciones sufrían durante un par de semanas de tristeza, apatía, irritabilidad, inapetencia, falta de concentración, dolores musculares y decaimiento; pero ZP ha acabado con todo eso, la crisis que gracias a su esfuerzo ha conseguido casi cinco millones de parados, es un antídoto fantástico del síndrome postvacacional.

Los que vuelven a su puesto de trabajo tras la vacaciones se sienten felices por seguir teniendo trabajo, y tras darse con un canto en los dientes la apatía de otros años muta en ellos en animosos esfuerzos, la tristeza en alegría escasamente contenida, la irritabilidad en serena actividad, la falta de concentración en productiva dedicación y el decaimiento en un espectacular fortalecimiento de deseos irrefrenables por poner al día el trabajo atrasado. Y todo gracias a ZP y la crisis por él generada y sostenida.

Vemos pues que quienes tienen trabajo y vuelven a él tras las vacaciones no padecen el síndrome coñazo postvacacional y los millones que ZP ha mandado al paro para preparar el terreno al pleno empleo sostenible no lo padecen porque no han tenido vacaciones ni tienen trabajo al que volver. Problema solucionado.

Documentación.

ABC. La crisis, antídoto al síndrome postvacacional

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