Se equivocó la paloma y Rubalcaba.

Que Rubalcaba tiene capacidades comparables con las de Rasputín es algo que solo la historia nos desmentirá, lo que sí que no tiene Rubalcaba es maneras de Perogrullo, al menos hasta ayer, día brillante para el ministro pues soltó una perogrullada, aunque con segundas y oscuras intenciones, solo comparable en magnitud con la facundia de don José Blanco. En relación con el atentado con bomba de ETA en la Universidad de Navarra el neoperogrullo Alfredo nos dijo “quien avisó lo hizo mal intencionadamente o se equivocó”, solo le faltó, aunque lo deduzcamos de sus palabras, decir que el palomo de ETA que puso la bomba quiso provocar una masacre intencionadamente o se equivocó o que los palominos de ETA son asesinos intencionadamente o solo se equivocan.

Y es que, tras anteriores verificaciones del pacifismo de ETA hechas por Rubalcaba I el perogrullesco tengo la convicción de que Rubalcaba tiene la convicción de que los etarras tienen la convicción de que solo la paz tiene futuro y que un bombazo como el de la Universidad de Navarra bien podría haber sido un error.

Que nuestro ministro del Interior en ejercicio ande intentando quitar metralla a la bomba de ETA dejando caer que si no avisó en modo y forma fue un error, es algo que le hace merecedor a una solicitud masiva de dimisión. ETA puso la bomba, ETA la colocó donde la puso, ETA la hizo estallar, ETA hirió a todos los que hirió, ETA no mató por puro azar, ETA es una banda asesina y un ministro no puede concederle el beneficio de la duda y si lo hace debe pagar por ello.

Como he puesto en el titular, la hazaña capitidisminuidora de la vesania asesina de ETA hecha por el ministro me ha recordado el verso del poeta Alberti con un algo de cambio:  Se equivocó la paloma y Rubalcaba. Creo que se entiende aquí qué o quienes son la paloma.

A Rubalcaba se le ve el plumero aunque, gracias al dios laico, no del todo entero.