El País tronante apabulla a un ZP sonado y mendaz en economía.

Maravilloso el editorial de hoy de El País, fantástico, prodigioso, magnífico, fenomenal, estupendo y realista. Ya sé que es un editorial revanchista, sé que es un editorial que no es un editorial sino un elemento ofensivo más  de la II Guerra Interprogres originada por el rebote cósmico que arrastran los chicos de Prisa con Zapatero por ponerles los cuernos al arrejuntarse con la Sexta (ahora pornógrafa en horario infantil), Público y Mediapro. Pero ya dijo el sabio que la verdad es la verdad la diga Agamenón o el panzer insignia rebotado de la división mediática progre Das Reich (el imperio). Y la verdad sobre la marcha de la economía que está ocultando de manera tan ridícula Zapatero es que este hombre de pro, pero de pro por progre, no tiene ni repajolera idea y cuando la tiene nos miente intentando engañarnos con infantilismos propios de un rorro de guardería, porque un progre puede mentir y no pasa nada ya que nunca dice una mentira cuando miente sino que es una herramienta de progreso social.

El viejo debate de si Zapatero es un tonto que se quiere hacer el listo y miente o es un listo que se hace el tonto y miente me parece que al final va a quedar en que es simplemente un personaje malo que miente.

El titular del editorial es ya de por sí una pieza digna de figurar en los frontispicios mas nobles de la nación.

“Cien días, no y que no. Al negar la crisis, Zapatero ha dilapidado el capital de su segunda victoria electoral”

Aunque su lectura completa da mucho de sí, veamos un párrafo en el que después de arrearle el editorialista un sopapo tremebundo a ZP le perdona la vida no dando el paso de llamar a las mentiras de Zapatero por su nombre, y en su lugar las califica de voluntarismo o desconocimiento, aunque mentiras son porque nadie se cree que no le informasen  ni le informen de la marcha de la cosa económica y que sus triquiñuelas nunca han dejado de ser mentiras de toda falsedad.

“Cien días después, la crisis ha consumido buena parte del capital político y de los recursos económicos que el Gobierno tenía para afrontarla. Por voluntarismo o por desconocimiento, el presidente se empeñó en negarla, durante la campaña, y después, cuando la realidad ya no admitía subterfugios. Como consecuencia, se dieron respuestas escasas o equivocadas...”

Aquí siempre andamos a vueltas con lo mismo, Zapatero tomó el pelo a este país, Zapatero está engañando a este país, Zapatero está consiguiendo que la crisis, en lugar de solo crisis sea una debacle económica, pero el va a celebrar sus cien días en el cargo renovado, no sé si serán fastos o solo festejos, lo que si sé es que no será una confesión de sus muchos pecados en economía, un acto de contrición, un mea culpa y mucho menos una autocrítica socialista como mandan los cánones de izquierdas de toda la vida.

De momento, como paisólogo aficionado que soy, quiero felicitar a El País por su editorial y decirles que en agradecimiento por la satisfacción que me ha supuesto el leerlo rezaré una oración progre y laica al dios laico Polanco que en la gloria laica esté.

Documentación.

El País Editorial. Cien días, no y que no. Al negar la crisis, Zapatero ha dilapidado el capital de su segunda victoria electoral