El PSOE incumple la ley porque el PP incumplió la ley.
De entre todos los argumentos y justificaciones demenciales que utilizan los políticos de este país frente a cualquier incumplimiento de la ley (vulgo delito) que se les atribuya, el más deleznable es el de que el partido de enfrente en algún momento hizo lo mismo, y se quedan tan panchos. Si acusan al PSOE de que se saltan a la torera la ley X, sale de la Vega, muy campanuda ella, diciendo que el PP incumplió esa ley X en su etapa de gobierno y por tanto el que ellos la incumplan no es nada condenable, ni ilegal sino todo lo contrario, un ejercicio de sus libertades democráticas y que esa ley X no puede por tanto condicionar su acción de gobierno.
Y aquí no pasa nada. Pillan a un señor del PSOE llevándose el carrito de los helados y en lugar de condenar el robo del fresco lo justifican alegando que una vez pillaron a uno del PP no se donde llevándose un arcón frigorífico lleno de polos.
Si el PP incumplió la ley de banderas en su momento y eso no está prescrito, pues que le endilguen los jueces todo lo que le sea de aplicación, y si el PSOE hace de la ley su sayo, ídem de lo mismo. Esta cultura de taparse uno sus vergüenzas con las teóricas o reales desvergüenzas del otro está tan arraigada que la gente en cuanto oye ese argumento respira tranquila pensando que no pasa nada que no sea habitual y por tanto normal.
Me imagino a los documentalistas del PSOE trabajando a destajo 24 horas al día y todas las de la noche y así todos los días del año y parte de sus noches buscando referencias de las acciones del PP que justifiquen las martingalas de Zapatero y sus muchachos. Hasta el momento en que encuentran la referencia de antecedentes peperos agachan un pelín la cabeza, pero en el instante en que encuentran algo parecido o aproximado que hiciese el PP se ponen gallitos, salen a la palestra, agarran el micro, miran a las cámaras y sueltan la trillada monserga de que eso ocurrió exactamente igual durante los 8 años de gobierno de Aznar, y se autoabsuelven de sus miserias, pecados y traiciones. Y que a nadie se le ocurra pedirles cuentas porque eso solo sería un ejercicio de radicalidad irresponsable cargada de crispación tendente a alterar nuestras esencias democráticas.
Si hubiera un Oscar a la indecencia política, el de estos últimos tres años se lo habría ganado por méritos propios Zapatero por la maestría con la que le echa morro con gran descaro y desvergüenza cargada de desfachatez a cualquier tema sobre el que se le pida responsabilidad.
Zapatero sabe que comete una ilegalidad, nosotros sabemos que Zapatero comete una ilegalidad no haciendo cumplir la ley de banderas, al igual que sabemos que ninguna de las ilegalidades que cometió, comete y cometerá Zapatero le van a quitar el sueño porque su equipo de justificadores a base de antecedentes le van a exonerar de toda culpa. ¡Viva la democracia de los virtuosos inmorales!
Y aquí no pasa nada. Pillan a un señor del PSOE llevándose el carrito de los helados y en lugar de condenar el robo del fresco lo justifican alegando que una vez pillaron a uno del PP no se donde llevándose un arcón frigorífico lleno de polos.
Si el PP incumplió la ley de banderas en su momento y eso no está prescrito, pues que le endilguen los jueces todo lo que le sea de aplicación, y si el PSOE hace de la ley su sayo, ídem de lo mismo. Esta cultura de taparse uno sus vergüenzas con las teóricas o reales desvergüenzas del otro está tan arraigada que la gente en cuanto oye ese argumento respira tranquila pensando que no pasa nada que no sea habitual y por tanto normal.
Me imagino a los documentalistas del PSOE trabajando a destajo 24 horas al día y todas las de la noche y así todos los días del año y parte de sus noches buscando referencias de las acciones del PP que justifiquen las martingalas de Zapatero y sus muchachos. Hasta el momento en que encuentran la referencia de antecedentes peperos agachan un pelín la cabeza, pero en el instante en que encuentran algo parecido o aproximado que hiciese el PP se ponen gallitos, salen a la palestra, agarran el micro, miran a las cámaras y sueltan la trillada monserga de que eso ocurrió exactamente igual durante los 8 años de gobierno de Aznar, y se autoabsuelven de sus miserias, pecados y traiciones. Y que a nadie se le ocurra pedirles cuentas porque eso solo sería un ejercicio de radicalidad irresponsable cargada de crispación tendente a alterar nuestras esencias democráticas.
Si hubiera un Oscar a la indecencia política, el de estos últimos tres años se lo habría ganado por méritos propios Zapatero por la maestría con la que le echa morro con gran descaro y desvergüenza cargada de desfachatez a cualquier tema sobre el que se le pida responsabilidad.
Zapatero sabe que comete una ilegalidad, nosotros sabemos que Zapatero comete una ilegalidad no haciendo cumplir la ley de banderas, al igual que sabemos que ninguna de las ilegalidades que cometió, comete y cometerá Zapatero le van a quitar el sueño porque su equipo de justificadores a base de antecedentes le van a exonerar de toda culpa. ¡Viva la democracia de los virtuosos inmorales!
0 comentarios