Gran Wyoming, gran mendrugo.
El Gran Wyoming nos ha querido hacer tragar una gran rueda de molino al intentar convencernos de su religiosidad fervorosa y devota al comulgar con un gran mendrugo en la celebración de una misa progre roja en la parroquia de Entrevías el Domingo de Resurrección. Su gesto es una clara demostración de que la Iglesia pierde feligreses progres porque no sabe adaptarse a los nuevos tiempos.
Que un ateo solidario y progre rojo de izquierdas para más INRI vuelva al redil solo por apoyar a los curas rojos rebeldes da una pista a la Iglesia para llenar nuevas iglesias progres rojas rebeldes que se podrían instituir en naves industriales abandonadas, en edificios ocupados por okupas concienciados y lugares similares en los que los oficiantes, por decreto eclesial, deberán ir tatuados, en vaqueros y con gorra. Evidentemente la comunión se dará con mendrugos y calimocho y algún que otro domingo con bocata de mortadela con aceitunas.
Y la jerarquía eclesiástica no debe olvidar un detalle básico para esta reconciliación con sus hijos pródigos rojos progres de izquierda y es el incluir en la liturgia de la misa la lectura, no solo de textos de la Biblia sino también del Corán y ya de paso de cualquier otro libro sagrado de otras religiones de forma tal que la misa sea la celebración culmen de la Alianza de Civilizaciones y un ejemplo al mundo de multiculturalidad.
Pero como casi seguro va a pasar, la jerarquía carca y recalcitrante de la Iglesia católica dejará pasar esta oportunidad y la hazaña solidaria de nuestro héroe multicultural y ordeñante de las tetas televisivas públicas y privadas con nombre de mapa americano, el gran wyoming no habrá servido para hacer dar a la iglesia un giro a la izquierda.
Que un ateo solidario y progre rojo de izquierdas para más INRI vuelva al redil solo por apoyar a los curas rojos rebeldes da una pista a la Iglesia para llenar nuevas iglesias progres rojas rebeldes que se podrían instituir en naves industriales abandonadas, en edificios ocupados por okupas concienciados y lugares similares en los que los oficiantes, por decreto eclesial, deberán ir tatuados, en vaqueros y con gorra. Evidentemente la comunión se dará con mendrugos y calimocho y algún que otro domingo con bocata de mortadela con aceitunas.
Y la jerarquía eclesiástica no debe olvidar un detalle básico para esta reconciliación con sus hijos pródigos rojos progres de izquierda y es el incluir en la liturgia de la misa la lectura, no solo de textos de la Biblia sino también del Corán y ya de paso de cualquier otro libro sagrado de otras religiones de forma tal que la misa sea la celebración culmen de la Alianza de Civilizaciones y un ejemplo al mundo de multiculturalidad.
Pero como casi seguro va a pasar, la jerarquía carca y recalcitrante de la Iglesia católica dejará pasar esta oportunidad y la hazaña solidaria de nuestro héroe multicultural y ordeñante de las tetas televisivas públicas y privadas con nombre de mapa americano, el gran wyoming no habrá servido para hacer dar a la iglesia un giro a la izquierda.
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