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Sahumerios y arrebatos

Cebrián, verdades, medias verdades y mentiras.

Escribe hoy Cebrián, el gran papa laico y comandante de la división acorazada Das Reich (el imperio de Polanco) y que siempre se ha atribuido el papel de faro y guía de la progresía, pues eso que escribe una de sus homilías en El País que me ha llamado la atención.

La titula “Decir la verdad”, y en esa homilía brillan grandes verdades, alguna importante media verdad y una gran mentira implícita.
 
Comienza con una incoherencia hecha cita de Adam Smith sobre la maldad de los mercados, aunque en el texto reprocha a los gobernantes el estar “dispuestos a echar la culpa de todos nuestros males a los mercados”. La tesis básica de Cebrián es ya vieja en él, y quiere en último extremo hacerle el caldo gordo, antes a ZP y ahora a Rubalcaba y es insistir en que esta es una crisis sistémica, palabro que le encanta, y que en último extremo intenta blanquear las culpas que tienen y han tenido en la crisis tanto ZP como Rubalcaba en lo que afecta a España.

Su primera gran verdad es recordarnos que eso de echarle la culpa a los mercados oculta hechos relevantes como el de que si Grecia está como está y mintió en sus cuentas, ¿quién o quiénes de la UE aceptaron esas cuentas y las dieron por buenas?. O en España, nos resalta el hecho de que “el Banco de España y el Gobierno proclamaran que teníamos el sistema financiero más sólido del mundo para acabar siendo el que precisa ser más recapitalizado”.

Segunda gran verdad, que la crisis de la deuda la originan tanto la voracidad de los agentes financieros como que está originada “también en la obsesión de los políticos por asegurarse la reelección mediante el éxito económico, que justifican además con el argumento de que el crecimiento promueve por sí mismo la democratización de las sociedades”.

Tercera gran verdad, hay que “decirle a la gente la verdad, aunque electoralmente no sea recompensada.”

Cuarta gran verdad, salir de la crisis también “significa trabajar más, pagar más impuestos, reducir gastos públicos corrientes, moderar salarios y precios y regular el ejercicio de derechos sociales que no podemos financiar”.

Quinta gran verdad, el despiporre autonómico y municipal, “los problemas se ven agudizados además por una distribución de poder territorial basada en la abundancia que expiró y en la irresponsabilidad fiscal de la mayoría de los Gobiernos autónomos y Ayuntamientos”.

Gran media verdad, es la idea que nos trasmite acerca de que nuestros gobernantes pintan poco en esta crisis y en su solución que depende más de cosas externas tales como la reunión del G-20 en Cannes.

Y esa gran media verdad nos lleva a la gran mentira implícita de Cebrián, uno saca la impresión, a pesar de las grandes verdades que narra, de que nos dice que bien, vale, estamos muy mal, pero que eso es por cuestiones externas, ajenas a nosotros, la crisis es sistémica y global, ergo ZP y Rubalcaba son inocentes y buenos políticos.

Pero insisto en un hecho, si diez barcos navegan por el océano, y dos de ellos van comandados por capitanes que conocen su oficio, prevén la llegada de una gigantesca tempestad y preparan su barco para capearla y toman las decisiones correctas cuando la tempestad aparece, seguro estoy de que esos dos barcos padecerán la tormenta y saldrán de ella mil veces mejor que los otros ocho con capitanes que se pasan los días diciendo a la tripulación y al pasaje que jijiji jajaja no pasa nada, tenemos el mejor barco que navega por los mares y podemos seguir con la juerga y que esos dos capitanes que están preparándose para enfrentar la tormenta son unos agoreros.

Por primera vez en mi vida, le diré a Cebrián que me quito el sombrero, pero solo a medias.

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