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Sahumerios y arrebatos

Ya nadie teme a Pajín y encima se pitorrean de ella.

¿Quién no recuerda el aplastante efecto que tuvo en todo el país la última ley antitabaco de Leire Pajín?, ¿quién no recuerda las peloteras de gente fumando a las puertas de los lugares de ocio, bares, restaurantes, bares de copas, discotecas o como se diga ahora?, ¿quién no recuerda esa aplicación estricta de la prohibición de fumar dentro de esos lugares y lo dura que se mostraba doña Pajín que llegó a poner el grito en el cielo porque unos actores fumaban unas hierbas en una función de teatro?

Pajin la terrible era también Leire la temible y hasta ejercía de Pajín la multera. Esos días se hacía respetar, era el terror de los hosteleros, pero las cosas ya no son como eran. El país detecta que esa mujer y su jefe ZP están dando boqueadas, ya son cadáveres políticos, hay un fin de ciclo y eso donde más lo noto es en los lugares de ocio por los que ando dos o tres días cada semana.

El pitorreo contra Pajín se generaliza a velocidad de vértigo. Hace dos meses conocía solo dos o tres lugares en los que los dueños dejaban fumar, ahora, prácticamente se fuma en todos a los que acudo aunque sea por primera vez.

Ayer tarde, en un local de copas, a las 7 de la tarde hice las fotos que aquí se ven. Habría en el local 50 personas y muchas fumando.







(Las caras de las damas las he tapado porque no querían salir por Internet, no por estar fumando)

Pajín, no somos naide y tú ahora menos que muchos, quién te ha visto y quién te ve. Medio país se pitorrea de ti y de tu ley, es dura la caída ministra.

Estas fotos, a pequeña escala, no son otra cosa que el signo de los tiempos. Y reconozco y apoyo el que los no fumadores tengan lugares libres de humos a los que acudir, pero también que los fumadores tengamos lugares de ocio en los que poder fumar, tan simple como eso, y hablo de lugares de ocio, pues me parece bien que la prohibición en medios de transporte, lugares públicos cerrados tipo escuelas, hospitales y similares sigan libres de humos.

Ese fue el gran error de Pajín la rigurosa inflexible. No dejar ni un mínimo resquicio para que los fumadores tuviesen lugares de ocio a los que acudir. Ahora doña Pajín, sufra usted viendo como muta en objeto de pitorreo, ya nadie la teme, sépalo.

También debo decir que al contrario de lo que pasa en los lugares de ocio, los fumadores siguen respetando escrupulosamente, por lo que observo, la prohibición en el resto de lugares, y es algo que me congratula.

 

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