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Sahumerios y arrebatos

Penosa pobreza argumental antipapa.

A falta de serpiente de verano clásica, este año toca Papa. La que está cayendo es puro chirimiri, lo que importa es darle caña a lo del Papa, y aquí estoy yo con la serpiente de verano oficial. Como paisólogo me he visto algo trastocado por la actividad de Público en el sector del “estamos hartos del Papa”, dejando a los de El País más bien descolocados, tanto que ya ni para hilvanar cuatro argumentos de enjundia contra la visita del Papa valen y no como los de Público que han descubierto el papa con minúsculas.

La intelectualidad de la cuadra PRISA anda de capa caída, no es que les haya leído mucho, pero no hay forma de que nos convenzan de la maldad intrínseca de la visita papal. Hoy, un experto constitucionalista de la talla de Marc Carrillo, quiere sentar cátedra, adicional a la que ya posee de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra, como chinchapapas y para mí que lo único que ha conseguido es que uno se pregunte si su cátedra en la Pompeu Fabra la consiguió como Claudio su puesto de emperador, solo por estar detrás de la cortina adecuada en el momento oportuno.

El texto que publica hoy bajo el título de “Estado aconfesional e Iglesia católica” quiere demostrar la lesión de los derechos de libertad religiosa y libertad ideológica de los ciudadanos que no participan del credo religioso de los papistas que han colaborado desde las instituciones municipales, autonómicas y estatales con la organización de la visita papal.

Ha sido de tal grado de gravedad esa colaboración que no solo clama al cielo laico sino que la hace merecedora de recriminaciones sin cuento y reconvenciones anatematizadoras. Y si uno se pregunta por los hechos que hacen que el señor Carrillo se ponga como se pone, ciertamente que son gravísimos. El primero es el que se permitiese que los curas se cambiasen para la misa en dependencias del ayuntamiento, el otro es que se colgase de balcones públicos publicidad del evento papal.

Lo de convertir dependencias municipales en vestuario del clero lo repite varias veces, eso evidentemente le encocora y es muy mucho más que grave. Pero se olvida de lo que realmente es censurable, el que se hayan cedido espacios públicos para que los meapilas mingiten en urinarios que nunca han estado a disposición de otros como los chicos del 15M, semejante discriminación debe impedirse que vuelva a ocurrir.

Censura el que se hagan funerales de estado y que se juren cargos con el crucifijo delante y se olvida de lo importante, que la iglesia disponga de camposantos en los que excluye enterrar a quienes ellos quieren, que haya por ahí, en espacios públicos, cruces y otros elementos publicitarios del catolicismo, el que existan topónimos claramente pertenecientes a un credo religioso concreto, como San Sebastián, Caravaca de la Cruz, Santa Cruz de Tenerife y decenas de miles más.

Y no hablemos de las procesiones, ni tantos otros actos religiosos que se celebran en espacios públicos, si es que se quedan siempre con el chocolate del loro de minucias sin substancia.

Queda claro que la próxima vez que venga el Papa deberá hacerlo de laico o que no venga, y no se hable más.

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