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Sahumerios y arrebatos

Zapatero, no pienso esforzarme.

Dicen las crónicas del canto del cisne de ZP en el debate del estado de la nación, que la palabra que más pronució fue esfuerzo llegando a decir al final de su deposición que “"El esfuerzo colectivo y la colaboración institucional no han tenido nunca en España más sentido que ahora”. Llevo ya horas dándole vueltas al magin para ver que puñetas tengo yo que hacer para esforzarme, pero he concluido esforzarme solo en mandar a hacer puñetas a ZP.

Un padre de familia con tres hijos, o una madre de familia con tres hijos, ambos sin trabajo, no necesitan que un trilero como usted, señor Zapatero, les diga que se esfuercen. Están deseando poder esforzarse más de lo que lo hacen ahora, si encontrasen un trabajo.

Sabemos todos, señor Zapatero, qué entiende usted por esfuerzo colectivo, pero por si yo ando herrado, con hache de burro, se lo diré. Por esfuerzo colectivo entiende usted:

1.- Que todos hagan el máximo esfuerzo en no criticar su gestión, para que así pueda usted seguir creyéndose un gran estadista.

2.- Que si hay que criticar o poner a caldo a alguien, la gente se esfuerce colectivamente dándole caña a Rajoy que no ha hecho esfuerzo alguno, y mire, en eso en parte tiene razón, porque Rajoy debería haberse esforzado en imitarles a ustedes en lo de Irak y el Prestige, y por los cinco millones de parados y el atroz endeudamiento, montarle a usted un pollo semanal manifestándose un millón de jodidos y futuros jodidos.

3.- Que los parados se esfuercen colectivamente no significándose, no haciéndose visibles, no estándo ahí para recordarle sus desmanes.

4.- Que todos los votantes se esfuercen colectivamente en votar al PSOE y a su candidato, el Alfredo que se le ha subido a usted a las barbas.

5.- Que de aquí  a su salida de la Moncloa, todos nos esforcemos colectivamente en arroparle, darle ánimos, loarle, cantarle nanas para que su sueño sea placentero y sobre todo insistiéndole en que usted no es el origen de la mega crisis, sino su grandiosa solución.

6.- Que nos esforcemos hasta el agotamiento predicando por barras de bar, mercados, centros de trabajo y demás, que usted no está compadreando con ETA sino que la combate a muerte y que jamás ha negociado con esos asesinos ni les ha dejado entrar en los ayuntamientos y diputaciones.

7.- En definitiva, señor Zapatero, que para usted el esfuerzo que nos pide es el de que sigamos siendo borregos pero ahora sin balar.

Le diré algo señor, Zapatero, no me esforzaré en eso que usted quiere, pero si que me esforzaré para mandarlo a hacer puñetas, tal vez eso lo sepa hacer usted bien, pero váyase ya.

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