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Sahumerios y arrebatos

El País, el guindo y el farisaico ZP

Lo malo que tiene apoyar a un personaje mendaz y de mala catadura personal y política contrastada como Zapatero es que el día que se le reprocha merecidamente algo, el valedor del felón da la sensación de que acaba de caerse del guindo. Si eso le valiese para ver la luz y la perversidad del personaje llevándole a actuar en consecuencia, miel sobre hojuelas, el errar es de humanos y todo eso que se dice. Pero si, como ocurre en este caso, los chicos de El País apoyan y jalean a ZP los más de los días y de uvas a peras le afean algún hecho o dicho, ya no cuela que se hayan caído del guindo al modo clásico sino que se les ve el plumero de que están montando un paripé ya que tanta caída del guindo no deja de ser una martingala.

Forma ya parte de nuestra tradición cultural el empleo que le dan los pensadores de PRISA a la homilía editorial dominical en El País. En la de hoy, que titulan “Diplomacia farisaica”, intentan dar aliento espiritual a sus cabreados feligreses de la iglesia laica de la progresía que ven como ZP se pone de hinojos ante el gran Sultán marroquí dejando por enésima vez en la estacada a los saharauis. Aunque para sus adentros echan de menos al Aznar, porque si fuese este el que mandase hoy lo tendrían clarísimo, habrían salido a la calle pero llamándole asesino de saharauis, pero eso no se lo pueden decir a ZP que es de los suyos. 

El País les marca el camino, ZP no es asesino de saharauis pero en cambio es un farisaico de tomo y lomo, cosa en la que no van desencaminados aunque a buenas horas mangas verdes. Ser progre es muy duro, nadie lo niega, no es plato de gusto andar tragando por ahí sapos y culebras viendo como el gran timonel mandaba ayer que  trasegasen por el gollete de sus ideales las medidas más antisociales del milenio y ahora toca que hagan la vista gorda ante el fariseísmo con el que ZP encara el problema del Sáhara.

Pero no pueden quejarse porque siempre tendrán la ventaja de disponer del ejemplo de sus antepasados que de la noche a la mañana, tras el pacto Hitler – Stalin, tuvieron que aceptar que el fascismo nazi ya no era la maldad con bigotito sino la bondad en estado puro. Por tanto, que con su pan ácimo se lo coman y que les aproveche, pues quien con fariseos se acuesta atragantado con una enorme rueda de molino se levanta.

Y tranquilos, que a estas horas los de El País ya están de nuevo en lo alto del guindo zapatérico, antes de Navidad se caerán un par de veces más y eso constará en la hemeroteca.

 

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