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Sahumerios y arrebatos

Los apellidos y la estupidez del legislador.

Vaya por delante que me parece muy bien que el orden de los apellidos sea el que decidan los progenitores sin que prime el del padre, lo que ya me parece una soberana estupidez es legislar que si los padres, alias progenitores A y B, no se ponen de acuerdo, en el Registro Civil decidirán el orden de los apellidos por orden alfabético. Esto es estúpido porque si lo que se busca es la equidad se da ventaja al progenitor con apellido alfabéticamente favorecido lo que evidentemente, en caso de desacuerdo, llevaría a situaciones en las que al favorecido por el alfabero le bastaría con optar por el desacuerdo para que su apellido fuese el inicial de sus hijos.

Esto es lo que se llama hacer una torta como un pan y que para este viaje no hacían falta esas alforjas estúpidamente igualitarias, lo que nos demuestra que cuando legisla la estupidez pare dislates. Según he leído, hay países en los que en caso de desacuerdo se decide por el lanzamiento de una moneda, al azar, con lo que no hay ventaja alfabética alguna. Aquí tenemos lo que tenemos y nos endilgan lo que nos endosan.

Hay un aspecto colateral que me trae de cabeza, cuando el progenitor A y B tienen igual primer apellido y no se ponen de acuerdo, ¿cómo narices se aplica el orden alfabético para decidir los apellidos de los vástagos y vástagas?, porque no es lo mismo que Joséfa López López luzca el primer apellido de su progenitor A que el del B.

Esta cuestión de los apellidos me trae a la memoria un caso que ocurrió en mi familia en el que yo traté de intervenir para hacer famoso a mi primo. Resulta que un tío mío, Vicente de apellido al igual que yo, vino en contraer nupcias con una señora también Vicente de apellido. Cuando nació su primer hijo, mi primo Juan Antonio, estuve hablando con su padre para convencerle de que le pusiese Vicente de nombre y le insistí en que le haría a su hijo un gran favor porque llamarse Vicente Vicente Vicente seguro que le valdría de mucho en la vida. No me hizo caso, después de eso reconozco que se me ocurrió buscar una novia apellidada Vicente para hacerlo yo, pero fue misión imposible.

Nota: Nótese que no sería yo si no dijese que donde dice legislador debe entenderse ZP.



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