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Sahumerios y arrebatos

Sepa cuánto contamina su vivir.

Es comprensible el sin vivir de miles de ciudadanos concienciados con el problemón que a nivel personal se les plantea para enfrentar el mega catastrófico asunto del calentamiento climático del cambio global. Se entiende que no quieran contaminar, se entiende que quieren evitarlo, necesitan saber cuánto CO2 emiten con sus quehaceres vitales y qué hacer para reducir su huella de carbono.

A todos esos salvadores del planeta ansiosos de información que les guíe por el proceloso mundo emisor de CO2 les conviene leer a un especialista que escribe en El País, Clemente Álvarez, que nos va aclarando cada pocos días y con datos científicos qué contamina y qué no.

1.- La energía eléctrica proveniente de los aerogeneradores es bastante limpia, podemos todos usarla con cierta tranquilidad aunque nos informa que no está libre de pecado ya que cuando se desmontan los aerogeneradores tiran a la basura las palas con toda su fibra de vidrio y resinas epoxi, y eso está feo. Además y por desgracia no todo es felicidad ya que generan gran contaminación visual y además matan muchos buitres leonados y otra avifauna.

2.- Si nos paramos en el CO2 que todos emitimos a la hora de preparar nuestros alimentos, la cosa se complica. Debemos saber que una vitrocerámica de inducción genera 360 gramos de CO2 por Kwh térmico, la vitro convencional genera la friolera de 450 gramos y sin embargo la vieja cocina con quemadores de gas tan solo 200 gramos. Conclusión, hay que tirar a la basura no contaminante las vitrocerámicas pero ya mismo y el que así no hiciera debe saber que está matando el planeta.

3.- Como no ganamos para sustos, ahora resulta que las bombillas de bajo consumo que nos están obligando a utilizar pueden ser contraproducentes y llevar al planeta a contaminar el doble al consumir el doble de energía de la que se gasta ahora por el efecto rebote. Se ha estudiado y dicen que al disponer de un sistema más eficiente y más barato hará que se gaste más, se pongan más bombillas y las dejemos más tiempo encendidas lo que duplicará el consumo de energía. Tras saber esto a ver que hace uno, ¿le devuelve la bombilla al ministro Sebastián o simplemente pasa a usar velas?.

4.- Si se siente cómodo con unos vaqueros y cree que eso minora su huella de carbono ya es hora de que sufra. Sepa que unos vaqueros, en su vida útil, generan una emisión de 32, 3 kilos de CO2 y su mayor parte como resultado de los lavados. ¿Y ahora que nos ponemos?. Es evidente que la única forma es la vieja propuesta, todos en tanga invierno y verano.

5.- Si está pensando en ir a ver unos buenos fuegos artificiales para calmar su dolor y ansiedad por estar matando el planeta olvídese. Los dispendios pirotécnicos tienen su lado negativo, “contaminación, ruidos, molestias a la fauna o incluso incendios forestales”. Así pues nada de contaminantes fuegos artificiales en nuestra vida.

6.- La contaminación aviesa se aprovecha de cualquier actividad o producto por nimio que sea. ¿Cree que un simple tapón no mata el planeta?, pues sepa que un tapón de plástico genera seis veces más emisiones de CO2 que uno de corcho y el de rosca de aluminio 15 veces más. Ya mismo debemos exigir a la cocacola tapones de corcho o bien dejar de beberla.

7.- Su sufrimiento no termina aquí, la información es dolor. ¿Sabía que la energía necesaria para construir una plaza subterránea de aparcamiento puede ser equiparable a la que consume el coche aparcado en ella?. ¿Y ahora qué?, usted matando el planeta con su placita de aparcamiento y sin saberlo.

8.- Un consejo tranquilizador, sepa que la caja de frutas de plástico si la reutiliza minora su huella de carbono, “puede servir para almacenar cosas en casa, para sentarse encima si se le da la vuelta, para colocar libros si se pone en vertical”. Ya sabe, póngase a ello y no se le ocurra ir ya nunca más al Ikea, cajas de fruta usadas y tendrá un mobiliario que no perjudicará el medio ambiente.

9.- Para terminar este repaso a la interesantísima contribución del señor Álvarez sepa por fin qué es lo que más mata el planeta,  “los productos con una mayor contribución al cambio climático son los vehículos a motor (15%), la carne (5,5%), los equipos de calefacción (4,7%), las aves de corral (3,9%), las nuevas residencias (3,2%), las salchichas y otros productos preparados de carne (2,5%), la leche (2,4%), el queso (2,1%)” .

Creo que lo tiene usted clarísimo ya, use la bicicleta para todo, incluso para sus viajes a Australia, no coma carne, utilice sacos de dormir para calentarse, no coma jamás pollo y mucho menos salchichas, tampoco leche o queso y menos arroz que también contamina mucho. Es complicado salvar el planeta haga lo que haga salvo una cosa, conciéncese que es su vivir el que mata el planeta, ese es el mensaje, por tanto ya sabe lo único que sirve, no viva. Porque no hemos hablado del CO2 que usted expele con su respiración, ¿quiere más?, actúe.  

Pero sea listo, cuando vea que estos acojonadores climáticos catastrofistas y sinvergüenzas se quitan de vivir, o dejan de limpiarse el culo con papel higiénico y usan piedras en su lugar, o no comen ni un solo producto lácteo, ni prueban jamás carne, ni viajan en coche, moto o avión, ni utilizan la calefacción, ni comen pollo ni tienen casa en la playa, en ese momento piense que son gilipollas, pero tranquilo que no los verá hacer nada de eso.

Mientras, viva su vida, tire a la atmósfera todo el CO2 que pueda, el CO2 es el gas de la vida, hará feliz al planeta con su CO2, hasta el sahel está floreciendo ya, y evite la contaminación real todo lo que pueda, pero no esa del CO2 que es un invento para controlarle y sacarle la pasta. Emita CO2, viva como dios y no se deje acojonar.

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