Garzón, de virgen y mártir a discusión bizantina y cortina de humo.

Cuentan las crónicas, que durante el asedio de Constantinopla por los turcos, las más preclaras mentes de la ciudad dedicaban sus esfuerzos, no a la defensa sino a lo que ha venido en llamarse discusiones bizantinas, más en concreto debatían con ardor inusitado sobre una cuestión religiosa al parecer muy preocupante para quienes pronto iban a ser destruidos por el turco. Andaban haciendo cábalas sobre cuántos ángeles podrían bailar a la vez sobre la cabeza de un alfiler.

Hay un cierto paralelismo entre aquella situación y la que ahora vive España. A día de hoy estamos inmersos en un evidente estado de sitio económico, nos vemos asaltados por todos lados por la crisis, y aquí, en lugar de dedicarnos a evitar la debacle de la hecatombe andamos discutiendo sobre la virginidad del juez Garzón, sobre si es un mártir de la democracia o la última víctima de Franco. Ponemos todo nuestro ardor en este asunto pero la cruda realidad que nos asola sigue su avance imparable hacia nuestra destrucción pero no importa, lo que realmente importa es salir en defensa del mártir Garzón.

Es triste ver en qué se ha convertido el gran juez que veía amanecer todas las alboradas con un sumario sobre las rodillas mientras cantaba nanas adormecedoras a otros sumarios más insidiosos como el del bar Faisán. De paladín judicial, el único del país que ha combatido, blandiendo pesados sumarios, contra dictadores, malandrines corruptos, truhanes de alto copete, maleantes de baja estofa, terroristas taimados, franquistas despreciables y bellacos de puro y sombrero de copa, ahora lo han convertido en cortina de humo, en suplente de alta calidad de la folclórica entrampada con Hacienda que se ha utilizado en anteriores cortinas de humo, aquí tienen a Garzón de cabeza de alfiler sobre la que calcular cuántos extremoderechistas y franquistas de altas instancias judiciales piden dicha cabeza.

Los grandes titulares y espacios relevantes de las portadas de los periódicos hoy hablan de Garzón en un tono apocalíptico que consigue que olvidemos que estamos al borde del precipicio de la ruina y del desastre. Garzón, como un nuevo Cid con puñetas, después de muerto temporalmente en el aspecto jurisdiccional, cabalga por las portadas y los telediarios mutado en cortina de humo que consigue tapar lo otro, el terror de la devastación zapaterina. Si para ocultar la terrorífica realidad del marasmo zapateril hay que cargarse la justicia, ahí está la progresía de izquierdas cargada de valores farisáicos para hacerlo.

Estos son titulares de hoy:

El País, además de emitir un editorial en el que acusa al Tribunal Supremo y al CGPJ de perseguir con ensañamiento a Garzón y de cercenar su derecho a la defensa, publica en portada cosas como “ El Poder Judicial vence al juez de la democracia”, “Esto es un espectáculo internacional bochornoso.”

En Público ya arrasan la justicia con titulares como “ El CGPJ se ceba con Garzón”, “El poder judicial, heredero del franquismo”, “El juez Garzón, última víctima del franquismo”.

En El Periódico no se andan con chiquitas, “ El Poder Judicial se ensaña con Baltasar Garzón”.

NOTA: para que luego no digan que no colaboro, pondré mi granito de humo adicional a la cortina Garzón dando mi opinión (tras informarme un poco) sobre cuántos ángeles pueden bailar sobre la cabeza del alfiler más pequeño.  Si según la teoría de supercuerdas el objeto más pequeño que puede existir mide 10 elevado a -35 metros, y la cabeza de alfiler más pequeña fabricada por el hombre fue la utilizada para el microscopio de efecto túnel con el que se movieron los 35 átomos de xenón para formar la palabra IBM y que tenía el tamaño de un átomo (1 angstrom), es fácil hacer el cálculo y saber que solo pueden bailar sobre la punta de ese alfiler diez cuatrillones de ángeles (10.000.000.000.000.000.000.000.000), ángel más ángel menos.

Creo que deberíamos retomar seriamente este debate, es el momento propicio.