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Sahumerios y arrebatos

Garzón es insustituible, es la democracia corporeizada.

El gran juez que ve amanecer cada mañana acunando un sumario en sus polivalentes regazos está pillado por sus quehaceres y al parecer está próximo el día en que le veamos apartado de sus adormecimientos de sumarios, algo que nadie en el planeta hace como él. Ese simple hecho le hace insustituible y solo por ello hacen muy mal queriendo apartarlo de su maravillosa gestión de las carpetillas sumariales.

Los argumentos que se dan a todos los niveles en su defensa son variopintos y multidisciplinares, El País, medio que paga a base de editoriales a favor los favores que Garzón les ha hecho, deja bien claro que juzgar a Garzón es insultar a la democracia española, ni más ni menos. La cosa de los de Prisa es muy gorda, pero ellos son bien nacidos y agradecidos están al juez que nunca pudo evitar la filtración de sus sumarios a los chicos de El País. El editorial de hoy lo dice todo, se titula “Camino del banquillo” y lleva un subtítulo de una genialidad rayana en la inmarcesibilidad histórica, dice el subtítulo “La causa a Garzón por el franquismo reviste una simbología insultante para la democracia”.

El mensaje es claro, Garzón es la democracia hecha carne, juzgar a Garzón no solo es provocador sino que es un insulto al juez de los amaneceres sumarizados y por ende a la democracia. Queda claro que hay que anular el proceso contra Garzón porque sentar en el banquillo a Garzón es hacerlo con la democracia española.

Otro argumento de peso para liberar a Garzón del calvario judicial en que anda inmerso lo da el otro medio faro de la progresía, el diario Público. Decretan estos amiguitos de ZP que Garzón es insustituible, sin él la justicia no puede funcionar, y los casos que lleva se verían afectados porque nadie más que él puede hacer lo que hace y por tanto se favorecería a la ETA, a la mafia, a los torturadores de Guantánamo, a los corruptos e incluso a los genocidas del Sahara.

Es evidente que hacer favores a todos esos malvados es no solo inhumano sino perverso, por tanto hay que anular todos los sumarios contra Garzón para que la justicia española no caiga en el marasmo. El gran juez instructor que tuvo la valentía de querer meter en la cárcel a Franco es insustituible y vale ya.

Queda claro con todo lo dicho que Garzón no es un ciudadano normal y corriente y no puede recibir un trato normal y corriente, él es la justicia y la democracia y ni la justicia ni la democracia pueden ser justiciables, solo faltaría.

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