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Sahumerios y arrebatos

Tras tocarle los colusorios al oligopolio de la distribución dicen que es “malo”

Aparece una noticia en la que el Tribunal Vasco de la Competencia considera que la posición dominante de Mercadona, Carrefour y Eroski “desemboca en conductas paralelas que restringen la competencia en el mercado de aprovisionamiento y distribución minorista”, a la vejez viruelas. Resulta que algo que saben desde hace años hasta los niños de tetina, ha tenido que saberlo un organismo garante de la competencia con el viejo sistema, hasta que no le han tocado los colusorios al oligopolio de la distribución no han podido decir que es “malo”.

Concluyen que es un oligopolio de hecho, con políticas paralelas sin contubernio previo, pero que en la realidad como si no fuesen paralelas sino de las otras que coinciden en un punto, y el punto es la convergencia en tener lejos la competencia y en imponer condiciones abusivas a los proveedores entre otras coincidencias, amén de conseguir por arte de magia y sin previos acuerdos precios casi calcados.

En esto de mantener precios iguales, son tan oligopolistas las grandes superficies, que para decirnos que la empresa de distribución Eroski, u otro, tiene los precios más baratos monta un numerito esperpéntico. En la entrada del establecimiento coloca en lo alto de un altarcillo 3 carritos de la compra llenos de los mismos productos, se supone que comprados en Eroski, en Carrefour y en Alcampo, o cosa así. Colocan unos grandes carteles que vienen a decir que ellos venden más barato que nadie y para demostrarlo dan el total de la compra incluida en cada carro, yo he llegado a ver casos en el que una compra era de 103,25 euros, el otro carro era de 104,18 euros y en otro de 103,69 euros. Si eso no es fijar precios iguales que baje la diosa de la mandanga incompetente y lo vea.

Anuncian que ponen precios calcaítos y encima queriendo hacernos creer que la competencia es feroz, más pencos no pueden ser. Esas muestras públicas de colusiones oligopolistas y coincidencias en precios están por esos centros comerciales patrios hace mucho, vamos que no hace falta tocarle los aditamentos al burro para decir que es macho.

Que el tribunal de la competencia vasco diga ahora que esa situación lleva en la práctica a “condiciones comerciales abusivas impuestas a fabricantes y productores” es como si saliesen diciendo que han descubierto que el agua es húmeda. Esas prácticas abusivas se vienen realizando hace muchísimos años y nadie hace nada. Cuando yo estaba en activo, trabajé en empresas fabricantes de productos que distribuía el oligopolio, una vez me entretuve en recopilar, con ayuda de un comercial, los diferentes tipos de descuentos que esas empresas exigían, y me salieron más de 135 descuentos por conceptos diferentes y todos el mismo, desde el aniversario, al día de la bicicleta, al descuento por pronto pago, cuando pagaban a 120 días, descuentos por el día de la paella, por introducción y la tira más que no recuerdo.

El hecho simple se reduce a que cuando yo comencé a trabajar en eso allá por el año 85,  a una gran superficie, llamémosle híper, se le hacía un descuento en factura por diversos concentos que sumaba un 7,5%, tan solo 10 años después los descuentos fijos en factura ya sumaban el 64%, pero no crean que esos descuentos se reflejaban en el precio que pagaba el consumidor, de eso nada, eso iba casi todo a la buchaca. Las negociaciones abusivas siempre se basaban en un único argumento que imagino que será el que se emplea hoy en día, “si no me das eso para el día de la bicicleta no te compraremos ya nada de nada”, ese nada suponía un 20% de las ventas de la empresa, vamos todo eran propuestas que seguro nadie iba a rechazar.

De mi paso por el sector solo saqué una conclusión sobre las prácticas de la gran distribución, se reducía a conseguir una posición dominante y luego dedicarse a sacarle la pasta a los proveedores bajo la amenaza de dejar de comprarles si no apoquinaban. Fácil. Y eso es lo que ha descubierto el organismo de la competencia tras tocarle los huevos al burro, que es macho.

Puede parecer que estoy defendiendo a los proveedores de Carrefour, Eroski y Mercadona, y no es eso, solo digo que si todos esos repercutiesen en los precios los descuentos y dineros en efectivo que sacan a los proveedores, el famoso carro que costaba 102 euros en todos, muy bien podría salir por 56. Como me dijo uno, los proveedores pagan a las grandes superficies un impuesto elevadísimo por tener derecho a vender, impuesto que va a la buchaca, esa gente no compra, ordeña.

Documentación.

El Mundo. El Tribunal de Competencia vasco denuncia el oligopolio de Carrefour, Mercadona y Eroski

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