Esta vez se llamará “construir esperanzas”.

No sabemos cuándo será, desconocemos los intríngulis del busilis de la correspondiente hoja de ruta, no hay constancia de plazos ni de plasmaciones previstas pero ya sabemos cómo se va a llamar la cosa, “construir esperanzas”, eso dice la ETA por boca de uno de sus elementos relevantes de nombre Otegi. Estarán conmigo que es el primer paso del nuevo y futuro repaso a lo de siempre, la vieja y decrépita alternativa KAS. “Es posible volver a construir esa esperanza y que sea con garantías”, así lo ha dicho el que era y no sé si será cabeza bien visible de la cosa política de la ETA.

En el Gara aparece algo que ha dicho Otegi el etarra y que no significa nada más que lo que significa y eso indica que la cosa se mueve:

“Apuntó su convencimiento de que el Gobierno español estará interesado en poner en marcha un proceso de solución, aunque no quiso «poner plazos» para ello. «Pero estoy convencido de que es posible, no sé en qué plazo, volver a construir esa esperanza -incidió-, e incluso podemos decir que podemos construir la de manera paciente para que, al final, ese proceso alcanzase un escenario final».”

No quiero pasarme varias horas rebuscando por ahí como se ha llamado la cosa del pampaneo con la ETA las veces anteriores, lo que sí sé es que lo primero siempre es dar con una denominación que denomine y oculte a la vez la realidad del encamamiento, que camufle la siempre presente y ya vetusta alternativa KAS (independencia, presos a la calle, y anexión de Navarra), esta vez se llamará a eso “construir esperanzas”.

¿Cuándo volverá ZP a la antigua cama compartida con ETA y que casi seguro que no se ha dejado enfriar?, pues vaya usted a saber, al menos, y ya que se habla de convicciones, yo tengo la mía, que volver volverá como esos oscuros terrores que regresan a nuestros sueños diurnos a anidar. Volverá para construir esperanzas para etarras, proetarras, filoetarras y nacionalistas independentistas, volverá para conseguir que por fin la paz de los cementerios reine en nuestras vidas, almas, y nación. Volverá y no será un accidente. Volverá.