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Sahumerios y arrebatos

Almudena Grandes crea la aritmética desquiciada progresista.

Almudena Grandes crea la aritmética desquiciada progresista.

Almudena Grandes merece el Premio Nobel de la Paz, se lo ha ganado con su experimento. Si al Al Gore le dieron su premio por saber utilizar la climatología como nadie para salvar el planeta, a doña Almudena se le debería dar por lograr con la aritmética solucionar todos los males de la humanidad y de paso hacer a todos y a cada uno de los terrícolas millonarios, pero no millonarios de tres al cuarto, sino que nos ha conseguido a cada uno la nada despreciable cifra de 115 millones de dólares americanos.

No es que yo pretenda comparar a doña Almudena Grandes con Jesucristo, que no lo hago, pero la multiplicación de los millones y las cagadas aritméticas realizadas para dar de comer a la humanidad toda, deja al milagro de los panes y los peces al nivel de mera anécdota. Que una progresista de izquierdas tuviera semejantes capacidades taumatúrgicas es algo nuevo y novedoso amén de asaz prometedor.

Los que no sepan de qué hablo deberán perdonarme por no habérselo explicado ya, lo intento. Resulta que ayer Doña Almudena Grandes, grande en todo lo suyo como pocas, escribió en El País todo un artículo de opinión sobre la economía mundial basándose en el mayor desatino aritmético cargado de ofuscación ideológica que vieron los tiempos modernos. No es un gazapo, ni una errata, ni siquiera un despiste y menos un resbalón, es simplemente la adecuación, echando mano de la superioridad moral de la progresía, de la aritmética a las fantasías, manías, fobias y dogmas progresistas, en este caso se trata del dogma que dice que todo capitalismo es perverso menos el de Polanco y los progres millonarios. Pongo lo que ha escrito la señora taumaturga.

Ejercicio de economía recreativa. Fácil, limpio, instructivo, para cualquier edad. No precisa más que una calculadora, un cuaderno, un lápiz y una goma. El experimento consta de tres fases, y la primera es una simple división, 775.000 millones entre 6.700 millones. Si la realiza, obtendrá como resultado 115, con una serie de decimales que despreciaremos para simplificar. ¿Y dónde está la gracia?, se preguntará usted. La gracia está en que el dividendo representa los 775.000 millones de dólares del plan de reactivación económica diseñado por Obama. El divisor somos los 6.700 millones de personas que existimos en este planeta. Y el resultado son los 115 millones de dólares que nos tocarían a cada uno si los repartiéramos entre todos. ¿Lo prefiere en euros?, 84 millones por barba.

Tal cual y con un par de sectarias ignorancias en las que se recrea porque está en su derecho. Lo importante y trascendente de esta súper cósmica grandísima cagada aritmética de convertir 115 dólares en 115 millones de dólares es el párrafo final donde extrae las sesudas conclusiones progresistas:

Así llegamos a unas sombrías conclusiones. Si no hay dinero en el mundo para respaldar estas cuentas, malo. Si lo hay, peor. Y si ésta ha sido la evolución natural del capitalismo, ¿a qué intereses obedecen quienes pretenden refundarlo, para llevarnos a la ruina una y otra vez? Lo único que nos ha enseñado esta crisis es que nuestros políticos trabajan para los bancos. Nosotros somos apenas su excusa, o su mercancía.

La gran Almudena que no es que sea más tonta que Abundio que cuando iba a vendimiar se llevaba uvas de postre, es que es mas inepta aun, ya que teniendo calculadora a mano, ni así es capaz de hacer una división porque la ciega su fe ciega en los dogmas de la progresía, y jamás la aritmética puede desmontar un dogma progre, pues solo faltaría.

Dado que tras su gran cagada se ha convertido en el hazmerreir de la Internet toda y otros mundos, por fin se han dado cuenta de la cosa y hoy aparece adosado al artículo esta solemne estupidez de la autora de la solemne majadería aritmética:

Quiero pedir disculpas a todos los lectores de ciencias, y a los de letras también, por mi ineptitud aritmética. He suspendido matemáticas muchas veces en mi vida, pero nunca lo he merecido tanto como después de escribir mi columna”.

Esa excusa no es tal porque sabemos que sabe dividir,  y no ha suspendido en matemáticas por esa desquiciada y fanática metedura de pata aritmética, debería haber pedido perdón por su sectarismo ideológico que le ha llevado a ver 115 millones donde solo habían 115 dólares, y sin esa patología de las anteojeras progresistas seguro que habría advertido que la cuenta estaba mal solo haciendo la cuenta de la vieja, es su empecinamiento sectario lo que la ha llevado a publicar la mayor cagada de los tiempos recientes solo para clavar un rejón de muerte al asqueroso capitalismo, y por eso no pide perdón.

NOTA: según dice el mismo El País y también he podido yo informarme por los foros, esta cosa de los 115 millones ha estado circulando por ahí entre el progrerío muchos días sin que la cagada impidiese el utilizar el cálculo para atacar al capitalismo. He leído que incluso ha circulado entre esos círculos la cosa vía SMS y todos tan convencidos de la maldad del capitalismo.

Documentación.

El País. Almudena Grandes: Experimento.

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