Consenso espurio: timo Madoff versus timo climático.

El consenso de cientos de expertos no garantiza la verdad. Que tropecientos mil expertos digan a lo largo de 30 años que el tal Madoff y su negociazo financiero bursátil trilero eran lo más de lo más en el sector y que los millonetis del mundo con sus correspondientes asesores súper expertos tuviesen la absoluta certeza de que Madoff era trigo limpio y pusiesen sus millones en manos de tan honesto, honrado, eficaz, recto, íntegro, digno, probo e intachable personaje vemos que no ha servido para convertir en verdad algo que era mentira, y Madoff fue y es un estafador que ha timado a los pringaos súper asesorados. El caso Madoff es paradigmático y demuestra algo que es más viejo que el mear, que aunque 22.000 expertos digan que un timador es un virtuoso sus apreciaciones consensuadas a lo más que llegan es a convertir al fulano en virtuoso del timo.

Con el timo climático pasa ídem de lo mismo. Los grandes y los chicos, los políticos, los oenegeros, los concienciados, los de la ONU y los terrícolas de a pie honestos, todos ellos se han convencido de que el planeta va al desastre por culpa de las emisiones de CO2 de origen antropogénico porque hay un consenso entre no sé cuantos miles de expertos, que luego quedan en 52, y que como tantos expertos no pueden estar equivocados, pues se declara urbi et orbe que es una verdad científica irrebatible que hay calentamiento global, que es culpa del hombre y hay que pagar por ello.

El paralelismo es precioso. En ambos casos hay un beneficio, hay unos timadores beneficiados, hay unos timados y hay una caterva de expertos declarando que todo es trigo limpio. En ambos casos también hay voces disidentes que afirman que eso no es trigo tan limpio como dicen, que hay gato encerrado, que es un timo, que ojito con el Madoff y ojito con el calentamiento, pero las voces que avisan son silenciadas de modos muy similares, reprochándoles la osadía de unos mindundis queriendo enmendar la plana al consenso establecido por cientos y cientos de súper expertos pata negra que avalan la honradez del tal Madoff y la veracidad de las predicciones climáticas catastróficas para el planeta y que ocurrirán si no soltamos la pasta en miles de millones de dólares o euros.

En ambos casos los miles de millones de dólares se volatilizarán y luego échales un galgo que ni así se recuperarán. Al final siempre ocurre que la mentira es mentira aunque digan que es verdad un mogollón de expertos en consenso, y la verdad es la verdad aunque solo la sostenga el porquero del Agamenón.

A diferencia del caso Madoff, donde los 50.000 millones de dólares, la mayoría propiedad de los millonetis del mundo, ya se han volatilizado; en el caso del cambio climático solo se ha volatilizado menos de la décima parte de los  cientos de miles de millones que los timadores climáticos tienen previsto volatilizar. A tiempo estamos.

Lo tragicómico de esto es que con los timos de todo tipo, como el de la estampita u otros como los timos piramidales, ocurre como con el famoso dicho bursátil de que pasados buenos resultados no garantizan futuros buenos resultados y que se podría parafrasear diciendo que pasados timos descubiertos no garantizan que no piquen nuevos primos pringaos en futuros timos en curso o por hacer.

¿No les da un tufillo de similitud entre el tal Madoff y el tal Al Gore, por poner un ejemplo?

Lo positivo del caso Madoff es que podrá servir para contestar a los algoreros ecolojetas calentólogos cuando se agarren al consenso de los expertos eso de “Recordad el consenso de los expertos del caso Madoff”