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Sahumerios y arrebatos

Penas de pena.

Por hacer ruido 4 años de talego, hacer la puñeta judicial nada.

Dice la noticia que han condenado en la Audiencia de Barcelona a un señor por el delito de contaminación acústica a cuatro años de prisión. En principio leer algo así le pone a uno las alarmas a sonar atronadoramente y si encima se lee que el propio tribunal considera la pena impuesta como excesiva, uno ya no sabe si vive en un país civilizado o en una coña marinera de país. Si a lo excesivo de la pena unimos el hecho de que la contaminación judicial, vulgo prevaricación, está castigada con cero años y cero días de prisión, tan solo inhabilitación, pues como que algo no pirula en este país.

No soy jurista, no soy experto, solo soy agente censal jubilado, pero sé buscar en el Google lo relativo a la prevaricación y su tratamiento en el código penal español. Llegar al artículo 404 es fácil y aun más leer lo que dice:

“A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.”

Un tipo contamina acústicamente y va 4 años a la cárcel, un juez prevarica, dicta una sentencia injusta a sabiendas haciendo la puñeta a alguien y se queda tan pancho en la calle, extraña justicia esta nuestra.

Pero es más sangrante aun, si uno sigue leyendo por ahí el código penal y llega a lo del cohecho, digamos que lo más de lo más para un juez que cobra por hacer lo que no tiene que hacer a favor de alguien y le condenan de dos a seis años nada más, o sea que se puede dar el caso y se habrá dado en el que un juez pillado en flagrante o no flagrante cohecho sea condenado a dos años mientras que el tipo que pone alta la música de su pub va cuatro años a la trena.

Está visto que vivimos en la era de la lucha a degüello contra la contaminación y pasa lo que pasa, que aberraciones como tener que condenar por hacer ruido a cuatro años de prisión y tener que decir los jueces que les parece excesivo es como para pedir asilo judicial en Andorra, aunque no sé si existe eso del asilo judicial.

Se me ocurre que en aplicación de la misma regla estúpida se podrá condenar a 4 años a quienes atruenan el vecindario cuando hacen el amor, que haberlos haylos y no dejan dormir a los vecinos, igual pronto vemos a una pareja condenados ambos a cuatro años en el talego por follar desaforadamente, sería los justo.

Visto que aquí basta con calificar algo como contaminación para que inmediatamente se le apliquen penas de cárcel, propongo el delito de contaminación anímica y a ver qué pasa, seguro que al Federico lo trincan aunque igual con él iba ZP que al menos a mí me contamina mi entorno medioambiental anímico cada vez que miente.

Ya sé que los jueces no hacen las leyes, solo las aplican, pero eso no quita que la cosa sea kafkiana porque las penas son de pena.

Documentación.

El Periódico. Los jueces no bajan la guardia en el castigo del exceso de ruido

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