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Sahumerios y arrebatos

El País aboga por el probo carnicero sanguinario de Juana.

Pobrecito el angelito de Juana, pero qué penita que la tengan tomada con él, qué injusticia que la justicia no le deje reinsertarse apaciblemente, qué dolor más grande y doloroso ver como esta España nuestra gasta recursos, tiempo, esfuerzos y justicias en perseguir a un probo ciudadano que ha cumplido ya su condena. No es admisible algo así, y cuando la injusticia campa por estos pagos y no escampa sale el defensor de los indefensos, desenvaina su espada flamígera a gas de prebendas el luchador infatigable contra las trapacerías de las víctimas del terrorismo que no descansan en sus afanes justicieros, pone su voz tronante en lo alto de un editorial y ya El País es lo que siempre ha sido, el país de las maravillas, el reino de la bondad y el adalid quijotesco de la equidad que denigra a las victimas justicieras y defiende al virtuoso asesino perseguido injustamente.

El País en su editorial tiene claro que de Juana Chaos no es que sea inocente de lo que se le acusa y por lo que está en busca y captura, sino que está casi seguro de que en caso de ser juzgado no irá a la cárcel y que lo mejor para el honorable asesino sería dejarlo vivir su vida en Belfast o por donde ande. Aquí los malos son las víctimas que le persiguen con avieso afán justiciero, el bueno el asesino:

Pero el afán justiciero con que algunas asociaciones de víctimas de ETA ejercen la acción popular puede llevar a que De Juana protagonice de nuevo un mediático proceso penal que con toda probabilidad no le llevará a la cárcel, pero que derrochará esfuerzos y recursos judiciales y sólo frustración puede crear entre los próximos a sus víctimas.

El editorial de El País tiene una utilidad no buscada, ya no podrá decir el sanguinario y probo asesino de Juana que España le persigue, deberá decir que casi toda España le busca las cosquillas, pero no toda.

El País pone en su sitio a los lamentables representantes de las víctimas del terrorismo que abusan de la justicia y ya se encarga de decirnos que el honorable asesino sanguinario es no culpable.

Lo más lamentable es que ese afán justiciero de algunos no encuentre los adecuados filtros en los tribunales de justicia. De haberlos habido, es posible que no se le hubiera abierto a De Juana, a raíz del homenaje que le organizaron en San Sebastián tras su salida de la cárcel el 2 de agosto, un proceso penal con tan escasos y frágiles mimbres

Pero qué estilo el de estos hijos del dios laico Polanco, algunean a las víctimas pero  honran al asesino, ahora probo y digno ciudadano, nombrándolo por su nombre, así ya sabemos que algunos abusan de la justicia, incapaz de pararles los pies y evitarle al íntegro personaje un enjuiciamiento para el que no hay mimbres.

Yo pienso que el abogado defensor del virtuoso asesino debería demandar a los chicos de El País por competencia desleal y por intentar hacer su trabajo haciéndole correr el riesgo de perder su minuta.

Yo creo que se podría intentar empitonar al probo asesino por desacato, desobediencia o por obstrucción a la justicia por no presentarse en la Audiencia, y si existiese el delito también por el de pitorreo de la justicia. Dicho de otro modo, si hay que amargarle la vida al probo asesino pues se le amarga siempre que sea legalmente, y no es que yo tenga afán justiciero sino afán puñetero con el probo asesino, bueno, ahora mismo probo huido de la justicia.

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