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Sahumerios y arrebatos

Vuelven de la muerte sin haber ido.

 

Que la credulidad media de muchísima gente tiende a infinito es algo que se nos demuestra cada día que pasa. En este mundo de credulidad sin límites y papanatismo planetario, los fabricantes y vendedores de ruedas de molino llevan haciendo su agosto desde que a Adán le sacaron tarjeta roja en el Edén. ¿Quien no ha leido u oido historias de los que han vuelto de la muerte contando su experiencia post mortem y eso del tunel con la luz al final y lo de verse a sí mismos desde fuera de su cuerpo y más en concreto desde lo alto del techo de la habitación en que la habían palmado?. Son incontables los artículos, libros, programas de radio y televisión y pelis de cine que se han realizado sobre el tema. Debo reconocer que hace años el tema me apasionaba, hasta que un dia me hice una pregunta tonta, ¿cuántos de los que cuentan esa experiencia volvieron de la muerte oliendo a muerto o agusanados?. Nunca nadie que oliese a muerto o estuviese cargadito de gusanos ha contado historietas de esas, de donde deduje que todo era un montaje más, realizado este sobre experiencias perfectamente normales y naturales y que ninguno de los revividos, evidentemente,  había estado muerto.

Hoy IBL News publica un artículo que titula “Médicos de EEUU e ingleses investigarán a 1.500 pacientes que ’volvieron de la muerte’”. Como se ve no se resisten a utilizar el concepto “volver de la muerte” aun sabiendo que ninguno de los 1500 estuvo muerto, que todo lo más a algunos les habrían hecho antes de tiempo el certificado de defunción y la prueba del error médico es que siguen vivos.

Se trata de hacer el caldo gordo a los vividores de la industria de la credulidad poniéndole al personal las escarpias como pelos de gallina. Y mientras aquí yo lamentándome de que mi padre no me huibiese enseñado a ser lo suficientemente sinverguenza, porque tengo diez o doce ideas con las que me podría forrar, desde crear la secta de “
Los propietarios escriturados de parcelas en el cielo con vistas al coro de los arcángeles”, la AGAPITO: Asociación Galáctica de Amigos Promotores del Intercambio Tierra – Orión,  o lo de leer el futuro en las suelas de piel de los zapatos de los crédulos donde queda marcada la impronta del trasiego de influencia entre Gaia y la persona.

 

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