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Sahumerios y arrebatos

Golpe de calor, noticia estrella de los veranos.

Somos animales de costumbres dicen, y qué verdad que es. La prensa y la televisión tienen una especie de plan maestro en el que en cada época de año ya saben qué va a ser noticia de primera y qué no va a ser nunca noticia. En relación con la muerte hay algunas formas de morir que ejercen una atracción fatal sobre los periodistas y otras que les deja indiferentes. En verano siempre son noticias magnificadas las muertes en piscinas, pero sobre todo si son niños y los golpes de calor. Si la muerte por ahogamiento es en un parque acuático tiene una relevancia mediática diez veces superior a si es en una piscina ordinaria. El golpe de calor, sin embargo, tiene el mismo tratamiento sea quien sea el fallecido.

Este verano estaban los medios muy escasos de golpes de calor, tanto que se ha llegado al extremo de calificar de tal la muerte de un niño en Sevilla que dejó su padre en el coche. Dado que para que ocurra algo así debe de hacer mucho calor dentro del coche, las primeras noticias decían que el padre había dejado al niño dentro del coche varias horas, dos o algo más. Ahora resulta que le dejó media hora y con el aire acondicionado puesto, pero como lo que interesa es que sea golpe de calor, pues murió de golpe de calor. El hospital no ha informado sobre la causa real de la muerte, pero sigue siendo en todos los medios golpe de calor, porque si fuese otra cosa ya no sería interesante.

Hace pocos días encontraron a un agricultor muerto en el campo. La causa de la muerte no ha sido aun establecida, pero mediáticamente como se dijo que fue por un golpe de calor fue ampliamente tratada. Si luego resulta que murió de otra cosa, tengan por seguro que ya no será noticia. Incluso si desde primera hora se hubiese dicho que el hombre falleció por otra causa distinta del golpe de calor, no habría sido noticia de portada. Y es que el golpe de calor es un golpe noticioso.

Hay otro tipo de noticias luctuosas que siempre son noticia, sea cual sea el mes. Me refiero a la muerte de los trabajadores de la construcción. Aquí se da un curiosísimo fenómeno. No todas las muertes de estos trabajadores son noticia. Si un albañil se cae de un andamio y fallece, eso no es nunca noticia, no la verán ustedes en primera jamás salvo si hay otras circunstancias noticiosas, si muere porque le cae encima una viga u otro objeto tampoco es noticia,  pero ahora bien, si un albañil muere o bien porque se le cae el edificio, o una pared, o está en una zanja que se desmorona eso sí es noticia y de las gordas. Nunca he sabido la razón de esta extraña querencia de los periodistas por las muertes dependiendo de cómo se hayan producido.

Y no digo ya nada del tratamiento de las muertes ocasionadas por fenómenos naturales. Si una persona fallece, solo ella, por un fenómeno natural, avalancha de agua, rayo o lo que sea, nunca recibe su familia nada, ni siquiera el consejo de expertos sicólogos. Pero si el fenómeno natural ocasiona muchas muertes, entonces las familias de los fallecidos reciben de todo lo habido y por haber, hasta el consejo de expertos sicólogos. Yo por eso siempre digo que caso de tener que palmarla por culpa de un fenómeno natural que no sea en un incidente que solo me pille a mi, y no es que desee la muerte de nadie.

Documentación.

El País. Un niño muere de un golpe de calor tras dejarlo el padre en el coche

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