Blogia
Sahumerios y arrebatos

El catalán en la calle va de calle.

Público hace público un artículo con titular tremebundo y desorbitado, “El catalán se juega su futuro en la calle” y ello le viene a cuento porque según algunos estudios los jóvenes entre 15 y 29 años que hablan catalán en un 95% sin embargo no lo usan en la calle, solo lo emplean habitualmente un 44%. Este hecho que en sí no debería tener más trascendencia, salvo la de la normalidad, seguro generará disposiciones legales que intenten obligar a los jóvenes a hablar en la calle en catalán, como ya han hecho con el tiempo de recreo en los colegios.

Dice el articulista que hay en Cataluña muchas personas convencidas de que el catalán está en peligro de extinción, y claro eso plantea un peliagudo problema, ya que seguro que habrá varias decenas de especialistas en la administración autonómica analizando el problema y pensando en como poner coto a esa situación. La policía lingüística deberá ser entrenada para detectar estas situaciones y aplicar las nuevas disposiciones sancionadoras para quienes hagan tal cosa en las calles.

Recientemente se ha publicado un estudio del gremio de editores de Cataluña que indica otro hecho similar, solo un 15% de los libros que se venden en Cataluña están escritos en catalán y como explicación del fenómeno dice que “durante mucho tiempo en Catalunya ha estado prohibido el uso del catalán”. Lo curioso de esta información es que aparece en La Vanguardia,.un periódico escrito en español, como la mayoria en aquella zona.

Evidentemente este caso es más fácil de solucionar que el tema de la lengua en la calle, porque se puede subvencionar el libro en catalán, de forma que un mismo título en catalán le cueste al lector un 40% menos que el mismo en castellano.

Según fuentes fidedignas, sé que se está elaborando otro estudio sobre el uso del catalán en la industria del sexo y los resultados son demoledores por un lado y esperanzadores por otro, esperanzadores para los miembros de la policía lingüística que tengan que ir a los locales de alterne a velar por el uso del catalán en el trabajo de las suripantas. No veo otro solución que poner cámaras y micros en las habitaciones así como promover medidas de estímulo del uso del catalán, la menos traumática sería, como en el caso de los libros, el conseguir que el polvo en catalán tenga un 40% menos de coste que el polvo en otro idioma, siendo la Generalidad quien subvencionase la actividad.

¿Se imaginan una teórica tarifa de precios?. Griego en español 70 €, griego en catalán 42 €. Francés en español 80 €, francés en catalán 48 €, etc.

La cordura y el sentido común no impera en la política lingüística en Cataluña, y cosas así veremos y otras mas abradacabrantes, puesto que tras ver a un médico explicar en catalán a un enfermo lo de su enfermedad, decirle el enfermo que no entiende catalán y el médico insistir en catalán ya cualquier cosa es posible.

Estoy con algo que dijo Joan Manuel Serrat “Cuando alguien me impide cantar en catalán, no hago más que cantar en catalán; igual que cuando alguien me impide cantar en castellano no hago otra cosa que cantar en castellano

Solo tengo una duda, ¿qué tipo de policía va a controlar que los de la policía lingüística catalana hablen solo catalán?

Documentación.

Artículo de La VanguardiaUso del catalán”

Artículo de PúblicoEl catalán se juega su futuro en la calle

0 comentarios