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Sahumerios y arrebatos

La esperpéntica inquina de la desmemoria histérica.

Los progres rojos socialistas de izquierdas solidarios multiculturales y policivilizaciones ven que llega la hora de la revancha histórica, el momento tanto tiempo deseado por estos antifranquistas de salón de derrotar a Franco y rehacer así la historia. Están histéricos y eso les eleva a las más altas cotas de la estulticia, del revanchismo, de la inquina anticatólica,  del ahora se van a enterar. Llegan al extremo de la insensatez cargada de disparate  y de burricie de  obligar a que se borren de las paredes de algunas iglesias las listas de sacerdotes asesinados por los rojos durante la guerra civil, y digo rojos porque es un término del que se siente orgulloso su proponente desmemoriado Zapatero.

El País del sábado publica un artículo que lleva como subtítulo una mentira, como suele ser habitual, “Mensajes con los días contados. Templos emblemáticos de la Iglesia en Andalucía con símbolos franquistas reciben inversiones millonarias del Estado”.

Estos progres están encorajinados con ciertas iglesias que lucen en sus pareces listas de nombres de sacerdotes asesinados por los rojos durante la guerra civil. El asesinato es un hecho, no es discutible, y quieren que borren sus nombres porque son símbolos franquistas que llevan implícito un mensaje fascista. ¿No sería mejor dejarlos porque son símbolos izquierdistas ya que los asesinos lo eran?. Si en esas piedras hubiese escrito un panegírico al dictador, alabando sus logros en la guerra civil, pues digamos que la estulticia no sería tanta como quitar nombres de sacerdotes en una iglesia. Hay que ser burros.

En la catedral de Jaén, entre el coro y el presbiterio, estratégicamente situadas alrededor de los feligreses que asisten a misa, todavía se relacionan públicamente, en cuatro grandes losas, los 125 sacerdotes inmolados en la provincia de Jaén bajo el siguiente epitafio: "Reverendos sacerdotes diocesanos asesinados en la revolución marxista julio de 1936 a marzo de 1939".”

Una de las huellas que se mantiene en el templo más visitado y emblemático de la ciudad y que es más evidente está justo a las espaldas de la capilla central del edificio. Allí, permanecen dos enormes placas colgadas de un muro. En ellas aparecen los nombres de 80 sacerdotes diocesanos de Córdoba. La placa está dedicada a esos curas que, según reza la inscripción, "perdieron su vida por Cristo en la persecución religiosa 1936-1939". Por si fuera poco, las dos placas están colocadas en un lugar destacado de la mezquita.

Y todo el rato recordando los miles de euros que da el gobierno para arreglar esos monumentos y que se los pueden quitar si no se avienen a la barbarie histérica de la piqueta de borrar.

Mensajes franquistas mas grandes, enormes, gigantescos que las presas, ferrocarriles, autopistas, casas baratas etc no hay ¿los van a volar?, seguro que a más de uno se les habrá ocurrido. La estupidez humana no tiene límites y demostrado queda. Igual la segunda fase de la desmemoria histórica sea eliminar de los libros, todos ellos,  los mensajes franquistas. Y probablemente la tercera fase sea declarar urbi et orbe que Franco no ha existido y ¡vale ya!. Como decía mi abuelo, solo hay una cosa peor que un papapanatas progre y esa cosa es un papanatas de izquierdas con acceso al BOE.

Zapatero, nosotros también queremos la paz, ¡déjanos en paz!, que ya sabemos que tu ley de la desmemoria histérica solo es un hito más en tu hoja de ruta al infierno.

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