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Sahumerios y arrebatos

El timo climático: la tierra se calienta con olas de frío.

El timo climático es la verdad revelada más importante en la que debemos creer a pies juntillas y para que ni se nos pase por la cabeza pensar que el timo del tocomocho del cambio climático es una engañifa, nos apabullan un día si y otro también con noticias seleccionadas que nos reafirmen en nuestra creencia. La Tierra se va al carajo y por culpa de los seres humanos, por culpa de su incuria y su maldad el clima de la tierra está cambiando y eso nos lleva a la hecatombe.

Pocos hablan de lo habitual que ha sido el cambio climático en la Tierra a lo largo de toda su existencia, cientos de miles de cambios ha habido pero este es culpa nuestra y la única forma de evitarlo es soltando inmensas cantidades de dineros que los especialistas en cambios climáticos iatrogénicos emplearán esa pasta en evitar lo inevitable. En lugar de dedicar ese dinero a invertir en aquello que pueda paliar los efectos perniciosos del cambio del que nadie duda lo quieren dedicar a erradicar las causas que ellos dicen que lo originan. Si se equivocan no será un error de apreciación.

Para tenernos con el alma en vilo, con una asiduidad rayana en la monotonía nos apabullan con noticias seleccionadas, tengan o no tengan que ver con el tema, con las que se reafirman en la verdad del hecho de forma que quien lo discuta estará discutiendo lo evidente, ya que pruebas no faltan.

Hoy El País, uno más de los voceros de la hecatombe climática originada por el hombre, publica un artículo escrito para acojonar, y debo decir que a mí en principio me había acojonado, pero luego lo he leído más despacio y se ve en el las malas intenciones y las técnicas trileras que hacen del timo lo que es. Veamos unos detalles de cómo se consigue el efecto del supereacojone.

1.- En la portada digital aparece una entradilla del artículo, que luego ya no podrán ver, que dice:

La meteorología pulveriza récords

Los meses de enero y abril han sido los más cálidos en 100 años y las lluvias han causado miles de desplazamientos, según datos de la ONU


Sin embargo, ya en el artículo, el aspecto de los desplazamientos cambia de aspecto. Su primer párrafo dice:

Olas de calor sofocante. Temperaturas gélidas. Precipitaciones catastróficas. Vientos huracanados. Los registros climáticos de este año son los más extremos desde que se miden. Y parece que cada vez van a más. La Organización Mundial de Meteorología (OMM), dependiente de Naciones Unidas, advierte en un informe de estos alarmantes fenómenos, que han marcado récords históricos de lluvias y temperaturas por todo el mundo. En lo que va de año se han cobrado cientos de vidas y han causado millones de desplazamientos humanos.

Como ven los miles de desplazamientos se han convertido en cambio de página en millones, no en decenas de miles ni en centenares de miles, pasa de miles a millones sin más.

Por otro lado no me dirán que ese párrafo inicial no acojona, porque acojona y mucho. Lo único que le pasa es que se le ve el plumero del timo. Hace no mucho se hablaba de calentamiento global, pero ahora, a pesar de ser la gran profecía, se utiliza todo. Nos dicen que vamos directos a un aumento de la temperatura de la tierra, pero nos lo justifican con “olas de calor sofocante y temperaturas gélidas”.

¿En qué quedamos, si el planeta se calienta y nos dan como prueba el que abundan temperaturas gélidas debemos creerles?

El autor nos narra una letanía de catástrofes, como si jamás hubiesen ocurrido antes,

Los monzones en la India han llevado lluvias torrenciales, eso si es nuevo, como que ese fenómeno haya provocado muertes y desplazamientos.

En Inglaterra ha llovido a manta. Eso sí, dice que en 1.766 llovió más, cosa que nos tranquiliza pues no es algo nuevo del todo.

Dice que “el agua ha caído con furia en todos los rincones del mundo” y se queda tan pancho, no ha habido ni un solo rincón del mundo donde el agua no haya caído con furia, pero claro yo me paro y pienso que en mi rincón del mundo no ha pasado eso por lo que me está mintiendo.

En enero, una potente tormenta afectó a la zona norte de Europa con lluvias torrenciales y vientos de 170 kilómetros por hora. Hubo 47 personas que no sobrevivieron al temporal, que además dejó sin suministro eléctrico a decenas de miles de viviendas durante horas. La OMM cifra las pérdidas económicas entre tres y cinco millones de euros.  Lo de los cinco millones de pérdidas debe ser un error, pero queda bonito para una potente tormenta.

Cuando se trata de arrimar el ascua climática a la sardina del gran timo todo vale, hasta que llueva en Nueva York y se tengan que suspender no se cuantos vuelos. Bueno miento, la gran tragedia no hizo que se suspendiesen vuelos, sino que originó algunos retrasos. No me dirán que uno se pregunta a santo de qué coloca esa noticia entre las hecatombes del año. “Y la lista sigue en aumento. Ayer mismo las lluvias torrenciales en Nueva York provocaron el retraso de numerosos vuelos en los tres aeropuertos internacionales y paralizaron completamente el transporte urbano. Los accesos a la ciudad por carretera, tren y metro quedaron cortados debido a las inundaciones y a la caída de árboles.

Estarán conmigo que cuando alguien usa esas técnicas para convencernos de algo podemos rápidamente deducir que nos está engañando.

El que les vale todo es la prueba de su engaño, como ejemplo nos dicen “Y el problema que denuncia la OMM no es sólo el de las precipitaciones, sino también los fuertes contrastes. En Alemania, al abril más seco nunca conocido (cuatro litros por metro cuadrado), le sucedió el mayo más lluvioso (120 litros).

Es decir, que si llueve en un sitio es por culpa del cambio climático y si no llueve en ese mismo sitio también es culpa del cambio climático. Está visto que necesitan echar mano de todo lo que puedan rebañar para convencernos.

Ha habido olas de calor súper asfixiantes, y de paso nos dicen que somos tan malos que la temperatura media de la tierra se ha incrementado en los últimos 50 años en 0,13 grados,  yo tras leer ese dato ya no voy a dormir en dos semanas.

Claro que siguiendo la nueva técnica de que todo lo que pasa con el clima justifica que el clima está cambiando masivamente, junto con las olas de calor, como no podía ser menos, nos apabullan con olas de frió y así nos acojonamos aún más.

Del calor, al frío extremo. Argentina y Uruguay viven inviernos gélidos. La nevada de Buenos Aires en julio fue sólo un ejemplo de esta afirmación. Si esta estampa se traduce a grados, el resultado es 22 bajo cero como mínima en Argentina y 18 en Uruguay. Nieve también en Suráfrica. Hasta 25 centímetros de espesor en algunas zonas. Algo que no ocurría desde 1981.

Así pues la cosa va muy mal y el planeta se calienta a pesar de que haga mucho frió en Argentina. Que alguien me explique como se puede calentar una cosa enfriándose.

Si uno recuerda estas cosas del clima cuando estudiaba bachiller antiguo sabrá que estamos en lo que se llama un período interglacial, que si algo está claro es que antes o después vendrá un nuevo período glacial y yo me digo, si calentamos un poquito la tierra igual lo que estamos haciendo es algo bueno para hacer que tarde más en llegar la cosa esa de la glaciación, digo yo.

Resumiendo, si llueve es culpa del cambio climático, si hay sequía es culpa del cambio climático, si hace calor es culpa del cambio climático y si hace frío es culpa del cambio climático. Para este viaje no  necesitábamos las alforjas de Kioto

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