Blogia
Sahumerios y arrebatos

Ha muerto dios, ¡Viva el nuevo semidiós!

Ha muerto dios, el que casi todo lo podía, el que manifestó que no había nadie con cojones en España para negarle una televisión, el que estaba por encima de las leyes, el único mortal con DNI a quien el Tribunal Supremo dejaba sin efecto sentencias firmes contra él del Tribunal Supremo, el especialista en aplicar la muerte civil sin miramientos ni consideraciones a quien condenaba a tal castigo.

Ha muerto dios, el único compatriota nuestro para el que se han aprobado leyes en su beneficio exclusivo, leyes que anulaban leyes que él antes se había saltado y por lo que había sido condenado.

Ha muerto dios, el number one del escalafón del auténtico poder, el que no mucho antes de morir aún bregaba por llevar a su rebaño a la derecha para ocupar el aprisco que tenía preparado junto al que ocupa hace mucho tiempo el PSOE, y para lo que ya tenia entrenado un fiel perro pastor que atiende al nombre de Gallardón.

Ha muerto dios, del que su segundo, el visir Cebrián decía en su elegía fúnebre que nunca fue un Ciudadano Kane, y en ello por una vez Cebrián llevaba toda la razón, porque el dios Polanco nunca ejerció de ciudadano, siempre estuvo muy por encima de dicho nivel, el fue El dios Polanco.

Ha muerto dios, y no se si por suerte o por desgracia no podemos decir eso de ¡Viva dios!, porque no sabemos si su sucesor a nivel empresarial es o va a ser también su sucesor en la divinidad del poder real, el poder que detenta el derecho sobre la vida y la muerte civil. Si su sucesor no se muestra igual de inmisericorde que el dios Polanco a la hora de aplicar la muerte civil a sus oponentes, contrarios, o renuentes a pacer en sus pastos no llegará a alcanzar el estatus de dios, por ello de momento solo podemos decir ¡Viva el nuevo semidiós!,

No sé si esto que me pasa es malo o insidioso, pero me gustaría manifestar que no es que me alegre su muerte, no me alegra la muerte de nadie, lo que si puedo decir es que no le echo de menos ni creo que le vaya a echar porque es difícil que quien le suceda alcance las cotas de poder que detentaba este dios en minúsculas que ha fallecido.

0 comentarios