El que exhale más CO2 pagará más.
Zapatero, el hombre cuya patria es la libertad, mejor dicho, era la libertad porque ahora su patria es la lucha contra el cambio climático, pues bien, este hombre concienciado va a poner en marcha 198 medidas de eficiencia y ahorro energético que salven un poquito el planeta que va a la debacle. Nuestra agencia de noticias Coña Press ha descubierto que realmente son 200 medidas, siendo las dos extras descubiertas del máximo interés.
La filosofía que subyace en tal conjunto de medidas es que quien más CO2 emita más pague. Así los automóviles sucios que emitan más de 200 gramos de CO2 por kilómetro pagarán más en el impuesto de matriculación. Tras cerrar el conjunto de las 198 medidas Zapatero vio un documental en el canal Natura donde hablaban del factor contaminante de la respiración humana, venían a decir que el hombre emite una media de 1.140 gramos de CO2 al día y que esa cantidad variaba en función de la dieta y del tipo de actividad. Este hecho le puso en guardia y ordenó la elaboración de dos nuevas medidas.
Una primera fijará una cantidad máxima exenta de pago en emisión de CO2 metabólico por persona y día, quien exceda dicha cantidad será penalizado escalonadamente en el nuevo impuesto de Actividades Contaminantes Atmosféricas (ACA). Mientras sonreía satisfecho una vez tomada la medida cayó en la cuenta de que los perros también respiran y que no emite la misma cantidad del pernicioso CO2 un caniche que un gran san bernardo, por lo que dio de nuevo orden de poner en marcha otra medida equivalente a la anterior para que paguen más aquellos cuyas mascotas emitan CO2 por encima de la cantidad que fijarán sus expertos climáticos.
Según han comentado a la agencia Coñac Press algunos expertos en sicología zapateril, es más que probable que si llega a descubrir que el metano es un gas de efecto invernadero muchísimos más pernicioso que el CO2 y que este lo emiten los seres humanos con sus ventosidades, llegue a gravar con el ACA a las latas de fabada y a los productores de judías.
No estamos hablando por hablar, hagan ustedes una simple multiplicación, si emitimos algo más de un kilo de C02 diario a la atmósfera los 44 millones de habitantes de este país emitimos la friolera de 18 millones de toneladas de CO2, sumen a eso los perros, gatos y demás y es para asustarnos. Por tanto algo deberá hacer Zapatero para reducir ese tipo de emisiones y nada mejor que fijar por decreto una dieta que posibilite la reducción.
Yo a este paso voy a pillar una aguda depresión climática, tanto sentirme culpable de estar cargándome mi amado planeta, todo lo que hago es una espina clavada en el corazón de la tierra. Si friego los platos contamino, si tiro de la cadena del retrete contamino, si genero basuras contamino, si enciendo la tele gasto energía eléctrica y contamino, si pongo al aire acondicionado llevando corbata contamino, si voy a ver a mi madre en coche contamino, si duermo respiro y contamino, si no duermo ídem. Menos mal que solo una cosa me tranquiliza la conciencia, ir con mi lata de sardinas vacía al contenedor azul y depositarla mientras elevo una oración a la madre tierra.
La filosofía que subyace en tal conjunto de medidas es que quien más CO2 emita más pague. Así los automóviles sucios que emitan más de 200 gramos de CO2 por kilómetro pagarán más en el impuesto de matriculación. Tras cerrar el conjunto de las 198 medidas Zapatero vio un documental en el canal Natura donde hablaban del factor contaminante de la respiración humana, venían a decir que el hombre emite una media de 1.140 gramos de CO2 al día y que esa cantidad variaba en función de la dieta y del tipo de actividad. Este hecho le puso en guardia y ordenó la elaboración de dos nuevas medidas.
Una primera fijará una cantidad máxima exenta de pago en emisión de CO2 metabólico por persona y día, quien exceda dicha cantidad será penalizado escalonadamente en el nuevo impuesto de Actividades Contaminantes Atmosféricas (ACA). Mientras sonreía satisfecho una vez tomada la medida cayó en la cuenta de que los perros también respiran y que no emite la misma cantidad del pernicioso CO2 un caniche que un gran san bernardo, por lo que dio de nuevo orden de poner en marcha otra medida equivalente a la anterior para que paguen más aquellos cuyas mascotas emitan CO2 por encima de la cantidad que fijarán sus expertos climáticos.
Según han comentado a la agencia Coñac Press algunos expertos en sicología zapateril, es más que probable que si llega a descubrir que el metano es un gas de efecto invernadero muchísimos más pernicioso que el CO2 y que este lo emiten los seres humanos con sus ventosidades, llegue a gravar con el ACA a las latas de fabada y a los productores de judías.
No estamos hablando por hablar, hagan ustedes una simple multiplicación, si emitimos algo más de un kilo de C02 diario a la atmósfera los 44 millones de habitantes de este país emitimos la friolera de 18 millones de toneladas de CO2, sumen a eso los perros, gatos y demás y es para asustarnos. Por tanto algo deberá hacer Zapatero para reducir ese tipo de emisiones y nada mejor que fijar por decreto una dieta que posibilite la reducción.
Yo a este paso voy a pillar una aguda depresión climática, tanto sentirme culpable de estar cargándome mi amado planeta, todo lo que hago es una espina clavada en el corazón de la tierra. Si friego los platos contamino, si tiro de la cadena del retrete contamino, si genero basuras contamino, si enciendo la tele gasto energía eléctrica y contamino, si pongo al aire acondicionado llevando corbata contamino, si voy a ver a mi madre en coche contamino, si duermo respiro y contamino, si no duermo ídem. Menos mal que solo una cosa me tranquiliza la conciencia, ir con mi lata de sardinas vacía al contenedor azul y depositarla mientras elevo una oración a la madre tierra.
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