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Sahumerios y arrebatos

El País dice que las actuaciones judiciales del juez Gómez Bermúdez no existen, son imaginarias.

Cuando El País se pasa doce pueblos en un editorial no suele pasárselos de la misma forma que lo hacemos el resto de los mortales, ellos lo hacen creando doctrina, dejando claro que la realidad no es la realidad sino lo que establece Polanco que es la realidad y les importa una higa hacer el ridículo porque saben que para una enorme cantidad de sus lectores lo que aparece en un editorial de El País es palabra de dios, del dios Polanco y no hay que demostrar ni discutir nada más, y vale ya.

Hoy el dios Polanco ha declarado urbi et orbe que las actuaciones que realiza el tribunal que juzga el atentado del 11M no tienen derecho a ser llamadas actuaciones judiciales, siendo en todo caso actuaciones judiciales imaginarias y no existen porque el dios Polanco dice que no existen. Para ellos las únicas actuaciones judiciales que existen son las que defienden la versión oficial, cualquier cosa que la contradiga se declara inexistente o peor, resultado de la calenturienta imaginación de lo que llaman “teóricos de la conspiración”.

Que el juez Gómez Bermúdez pida unos análisis de los restos que restan de las explosiones de los trenes y en ellos hayan aparecido substancias que no figuran en la composición del explosivo oficial, la goma 2 ECO, para El País es un hecho que no existe, porque no ha ocurrido y no ha ocurrido porque no existe, y ¡vale ya!.

En el editorial de hoy del tanque insignia de la división Das Reich mediática titulado “¿Estado responsable? deja bien claro que cualquier actuación judicial que demuestre que en el 11M hubo destrucción y ocultación de pruebas no es como tal una actuación judicial ya que solo existe en la imaginación de los conspiranoicos.

Aunque más lo sería si la responsabilidad civil del Estado derivara de conductas delictivas de las fuerzas de seguridad, tal como los teóricos de la conspiración sostienen cuando hablan de destrucción y ocultación de pruebas o de complots y cortocircuitos informativos en el seno de los cuerpos policiales. Pero, como sucede con ETA, de este comportamiento delictivo sólo hay rastro en su imaginación, no en las actuaciones judiciales. “.

Palabra de dios........ te alabamos señor dios Polanco.

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