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Sahumerios y arrebatos

polanco dixit: “Nada es intocable”, o miente o ha renunciado a ser dios.

Cada vez que la Iglesia opina públicamente de modo diferente a la progresía capitalista de izquierdas millonaria de toda la vida sale Polanco y sus chicos de la división Das Reich mediática escandalizados por los privilegios de la Iglesia y amenazando con quitarles uno o varios de ellos por retrógrados. Hoy Polanco ordena a Zapatero que tome una serie de medidas tendentes a arrebatar a la Iglesia la mayoría de lo que ellos llaman privilegios que no se sostienen en los tiempos que corren, el nombramiento de profesores de religión, la revisión del acuerdo Iglesia – Estado y la misma enseñanza de la religión en los centros escolares.

Para ello hace una declaración inicial que dice que nada es intocable, con la que podría parecer que se refiere al estatus de PRISA y de Polanco, realmente los únicos intocables de este país, por lo que dicha declaración o bien es mentira y no se aplica a Polanco o bien si fuese verdad hoy debería ser el día más grande de la reciente historia de España equivalente al día en que Hiro Hito dejó de ser una divinidad en el Japón.

Pero como siempre debemos temernos lo habitual, que El País está mintiendo y el titular de su editorial debería haber sido “Nada es intocable excepto Polanco”.

El editorial de El País de hoy es otro ejemplo de sus técnicas apabullantes, chantajistas y mafiosas, las que normalmente utiliza para aplastar a sus “enemigos”. La jerarquía eclesiástica sacó hace poco una declaración en contra de la nueva asignatura de Aborregamiento de la ciudadanía y como ven no ha tardado mucho Polanco en darles el correspondiente estacazo para dejar claro quien manda aquí.

Amenaza número 1 a la Iglesia: Revisión de los acuerdos Iglesia – Estado.

Dentro de algo más de un año y medio se cumplirán tres décadas de la firma de los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, que sustituyeron al concordato suscrito por el régimen de Franco y el papa Pío XII en 1953. A la luz de los acontecimientos y de la conflictividad que comportan algunos de sus puntos -léase, por ejemplo, la polémica sobre la idoneidad del profesorado de religión-, no sería irracional que el Gobierno se planteara la conveniencia de su revisión y adecuación a unas circunstancias bien distintas de las de la España de la transición.

Amenaza número 2. Establece que los acuerdos no son constitucionales porque así lo dice Polanco sin más argumentos salvo que fueron negociados antes de la Constitución aunque fueran firmados después de la entrada en vigor de la Constitución. Genial este tío.

Todo ello retrotrae la memoria a los efectos negativos que supuso el que los acuerdos entre España y el Vaticano fueran negociados antes de la entrada en vigor de nuestra Carta Magna. Quizás por ello algunos de sus elementos no sean precisamente constitucionales, pese a haber sido suscritos poco después de la promulgación de la norma fundamental española en 1978.

Tercera amenaza. En el futuro los profesores de religión serán quienes decidan los progres, o sea, gentes de amplias miras progresistas y con elevados conocimientos de la religión islámica.

Con todo, debería luchar para persuadir a los obispos de que también ellos deben ceder en algunas parcelas y recordarles que España es un Estado aconfesional. En una primera fase, los responsables de la materia en los centros públicos podrían ser equiparados al resto de sus compañeros y estar sujetos al mismo régimen de selección que los demás.

Cuarta y última amenaza. Le van a quitar a la Iglesia el chollo de enseñar su religión en las escuelas e institutos, eso si, no dice nada de hacer lo mismo con la religión musulmana que entendemos que por su utilidad pública seguirá enseñándose con profesores elegidos por los mulás de Arabia Saudí.

Pero el horizonte final no podría ser otro que plantear la supresión de la asignatura en la enseñanza pública.”

Hecho este editorial, ya verán ustedes que pronto saldrá otro en el que se le deje a la Iglesia una vía de escape siempre que demuestre su buena voluntad para con el desarrollo de las actuales políticas progres echando de la COPE al Federico y al Vidal, entregadas ambas cabezas quedaría demostrada la buena fe de los obispos y  de momento no se llevarían a término las amenazas incluidas en este editorial tipo dictat.

NOTA DESTERNILLANTE: Sabido es por todos lo melindres que son en El País con eso del estilo y los errores ortográficos, no obstante como son a veces peor que críos, gustan de zaherir a las gentes que no son de su cuerda con gilipolleces infantiloides como escribir “papa” con la primera p en minúsculas cuando se refieren al Papa. Hoy escriben por ejemplo eso de “el papa Pío XII “ para dejar bien claro que aquí solo hay un dios, polanco y el Papa ya no tiene derecho a mayúsculas. Este hecho no es nuevo de hoy, lo llevan haciendo hace ya mucho tiempo, son tan estúpidos que creen que así pueden capitidisminuir la figura del Papa. Siguiendo su norma yo a partir de hoy escribiré siempre polanco.

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