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Sahumerios y arrebatos

El cuento de la vicepresidenta pobre.

Cuentan que un día, el preceptor de una princesa le impuso la desagradable tarea de escribir un cuento sobre una niña pobre. La princesa tras mucho agitar sus neuronas entregó a su instructor o maestro el siguiente texto.

Erase una niña pobre, muy, pero que muy pobre, vivía en una pobre mansión de tan solo doscientas estancias,  los dormitorios eran tan paupérrimos que ni las camas llevaban doseles, su mayordomo era muy pero que muy pobre, casi tanto como sus doce doncellas y los dos palafreneros.... etc.

Tras leer el triste titular malediciente que dice “Dice de la Vega que este año se puso un traje que ya había usado en 1.991” y a pesar de ese sacrificio tan doloroso para ella la siguen criticando, me he puesto a la labor de salir en su defensa.

Ganas me dan de escribir el cuento de la vicepresidenta pobre, porque siendo como es de escaso el sueldo de una vicepresidenta, y siendo como son de caros los modelos que luce de grandes modistos, queda claro que tras el gasto que supone la adquisición de los 110 vestidos anuales, no le queda mucho para pagar mayordomos, palafreneros, amas de llaves y doncellas, lo que convierte a nuestra vicepresidenta en una vicepresidenta pobre, como corresponde a una mujer de izquierdas progresista del PSOE.

Las malas lenguas fachas viperinas de derechas del PP o de la COPE harían bien en dejar de criticar a una mujer que solo es criticada por ser mujer con 110 modelos anuales. Machistas que son estos descastados.

Erase una vez una vicepresidenta tan progre tan progre, perdón, tan pobre tan pobre que sus pobres emolumentos la obligaban a repetir modelo una vez al año.....

Es mi obligación, como admirador secreto que soy de nuestra vicepresidenta,  el decir que quienes dicen que con lo que cuestan los modelitos de la vicepresidenta se podrían comprar cien mil litros de leche para los niños pobres hambrientos son unos malvados malhablados.

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